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La Semana Santa arranca con la gasolina en precios récord

El litro de 95 octanos ha subido un 9,8% en el último año

Nadie recuerda vacaciones o puentes festivos con precios de gasolinas y gasóleos a la baja. No quiere decir que no haya sucedido nunca (en 2006 sí hubo descensos de precios continuados), pero nadie lo recuerda. Probablemente por excepcional. Lo normal es que cada puente largo, periodo vacacional de trimestre o descanso de verano comience con un susto en la gasolinera y un pellizco en la cartera. También en esta semana que comienza, con 14 millones de desplazamientos previstos por la Dirección General de Tráfico se va a cumplir la norma: los precios de los carburantes marcan nuevos récords en vísperas de los movimientos masivos en vehículos particulares.

 El litro de gasolina de 95 octanos ronda los 1,55 euros por litro (la súper 98 llegó en Madrid a 1,60 euros) y pulveriza la marca registrada en el puente de San José (16 de marzo). Con respecto a la Semana Santa de 2011, que cayó a mediados de abril, el precio ha subido un 9,8%. Mientras, el litro de gasóleo marca una media de 1,39 euros por litro (un 6,9% más que en la Semana Santa de hace un año).

Los expertos dicen que, a diferencia de otras épocas, no hay problemas de refino, por lo que no escasea ni la gasolina ni el gasóleo

La evolución de los precios envejece rápidamente las estadísticas del Boletín petrolero de la UE que, esta misma semana, recogía un encarecimiento de la gasolina del 3,2% en el mes (14,8% desde enero), encadenando siete semanas de subidas consecutivas. La estadística recogía también un descenso ligero del gasóleo (-0,76%) que rebajaba el precio a 1,388 euros desde el récord —igualado en esta operación salida— de 1,399 euros. Desde principios de año, el gasóleo se ha encarecido en torno al 8%.

Puede quedar un poco antiguo, pero como todavía quedan pesetas en los cajones de muchos hogares, se puede hacer el ejercicio de convertir el precio del carburante a la antigua moneda por aquello de comparar. Simple curiosidad. Nostalgia quizá. Pues bien, el litro de gasolina, en pesetas, se ha puesto en 250 de las antiguas rubias, 50 duros de los de hace una década. No está mal echar la vista atrás. Aunque puede ser doloroso. En 2009, los surtidores llegaron a marcar 0,82 euros por litro de gasolina. La mitad que ahora, cuando llenar el depósito medio (55 litros) de gasolina cuesta 82,25 euros y de gasóleo 76,45 euros.

En este punto, y tratándose de precios, conviene apuntar las razones del incremento. Primero está la temporada. La demanda aumenta en vacaciones y los precios suben. Simple. En EE UU, la cuestión de la temporada tiene su denominación: llega la driving season, la época en la que se coge el coche tras el parón invernal. En esta ocasión (siempre hay una razón) la subida parece responder más a razones de tipo de cambio y estacionales que al precio de la materia prima. El barril de petróleo tipo brent (de referencia en Europa) cotizaba el viernes a 123,4 dólares (92,66 euros), lejos de los 149 dólares del verano de 2008. Pero por el tipo de cambio euro-dólar, el crudo para bolsillos europeos está muy alto, casi en máximos. De hecho, en febrero, el barril llegó a cotizar a 93,64 euros, 20 céntimos por encima del récord del 3 de julio de 2008.

Los especialistas del sector explican que, a diferencia de otras épocas, no hay problemas de refino, por lo que no escasea ni la gasolina ni el gasóleo. Incluso en este último mercado ha mejorado la interconexión de mercados (EE UU, Europa, Asia). Pero los carburantes suben. Por lo que denominan “riesgos geopolíticos” en el mercado del crudo y, más probablemente, porque es la época más propicia para mejorar márgenes.

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