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Bruselas reprobará hoy a España por incumplir el objetivo del déficit

El ministro de Economía busca apoyos de socios en el Eurogrupo, donde dará detalles

Claudi Pérez
El ministro de Economía, Luis de Guindos, con el presidente del Eurogrupo, J. C. Juncker, y el ministro de Finanzas galo, F. Baroin.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, con el presidente del Eurogrupo, J. C. Juncker, y el ministro de Finanzas galo, F. Baroin.EFE

Nuevo asalto entre Bruselas y España en una pelea que se adivina larga. El Ejecutivo español evitó pronunciarse en la última cumbre de jefes de Estado sobre el cumplimiento de los objetivos de déficit, pero en la rueda de prensa posterior el presidente Mariano Rajoy aludió a la “soberanía nacional” para anunciar que España incumplirá la meta prevista para 2012, en lo que se interpretó como un desafío a la política de austeridad que impulsa la Comisión. Desde entonces, Bruselas ha venido criticando el órdago de Rajoy, y la semana pasada envió una misión a Madrid para recabar toda la información sobre las cuentas públicas españolas. Con esos datos en la mano, y con mucho malestar acumulado, la Comisión hará hoy una evaluación negativa de la situación fiscal española en el Eurogrupo, la reunión de ministros de Finanzas de la zona euro. “Está por ver cómo van a reaccionar los demás países, pero sería una sorpresa que esa valoración sobre España por parte de la Comisión fuera positiva”, indicó un portavoz.

Fuentes del Gobierno español asumen que Bruselas reprenderá a España por sus cuentas públicas, pero aspiran a que la Comisión y sobre todo los socios europeos pasen página ante la constatación de que Madrid no es la única capital que suspende: la economía europea está peor de lo que se esperaba y los incumplimientos van a ser la norma. “Bruselas no debería pasarse de frenada con los objetivos de déficit”, avisan fuentes de Moncloa. El día, sin embargo, es poco propicio. Bélgica y Holanda acaban de anunciar recortes para no incumplir sus metas, por lo que de momento España está sola en esa reivindicación. Y mañana, en el Ecofin, está previsto congelar cerca de 500 millones de euros en ayudas a Hungría por considerar que el Ejecutivo del polémico Viktor Orban no ha tomado medidas suficientes para reducir el déficit excesivo de su país.

Europa ha salvado, de momento, la pelota de partido que suponía Grecia y el Eurogrupo dará hoy luz verde definitiva al segundo plan de rescate a Atenas, después de que una abrumadora mayoría de los acreedores privados aceptaran arrimar el hombro en la reestructuración de la deuda helénica. Pero cuando aun no se ha despejado del todo ese problema ya aparecen otros desafíos en el horizonte. España ha vuelto al centro de la diana después del anuncio de Rajoy sobre el déficit, que los analistas consideran perfectamente lógico porque el cumplimiento estricto de la reglas de Bruselas provocaría una recesión profunda. Pero, que a la vez, ha situado la prima de riesgo española por encima de la italiana y, de alguna manera, vuelve a fijar la frontera de la crisis en Madrid.

El Gobierno da por hecho que habrá reprimenda, pero descarta una sanción

El ministro de Economía, Luis de Guindos, dará hoy más detalles acerca de la fuerte desviación del déficit del año pasado —cerró en el 8,5%, cuando estaba previsto un 6%—y de los recortes y reformas que ha activado el Ejecutivo, que se enfrenta a una huelga general tan pronto como el próximo 29 de marzo.

Guindos buscará en el Eurogrupo “todos los apoyos posibles”, según fuentes del Ejecutivo, a su propuesta de flexibilizar el objetivo de déficit de este año para evitar tener que aplicar un tijeretazo de más de 40.000 millones de euros y dejar esa cifra en unos 30.000 millones. El Gobierno ya ha puesto en marcha medidas para satisfacer la mitad de ese ajuste. Queda la otra mitad, que requerirá un esfuerzo muy centrado en las comunidades autónomas. Y a pesar de que el Gobierno ha descartado centenares de veces que vaya a anunciar nuevas subidas de impuestos, esa posibilidad vuelve a estar de nuevo sobre la mesa. El Ejecutivo ha reclamado un esfuerzo a las comunidades —la gran mayoría, en manos del PP—, y a cambio prevé modificaciones legislativas que supongan menos gastos para los Gobiernos regionales y subidas en las tasas y en otras figuras impositivas que mejoren la recaudación. Pero ni siquiera se descarta ya una subida del IVA o de otros tributos: quizá haya algo de manga ancha en 2012, pero la meta de déficit del 3% en 2013 es innegociable y exigirá medidas drásticas en el presupuesto de este año, pero sobre todo en el del próximo, según fuentes del Gobierno.

Es poco probable que España sea sancionada por el incumplimiento del déficit en 2011: aunque la desviación fue notable, hay muchos otros países en una situación parecida porque la economía europea en su conjunto está peor o mucho peor de lo que se esperaba. Aun así, Bruselas se queja de que el Gobierno socialista aseguraba que el déficit estaría en torno al 6%, el PP avanzó en diciembre que la cifra sería del 8% y dos meses después elevó ese dato hasta el 8,5% y anunció “unilateralmente” el incumplimiento de los objetivos para este año.

La Comisión no hará

Sin embargo, en los últimos días se detecta una inflexión en el discurso de Bruselas, que el pasado viernes vino a admitir que lo importante es que España cumpla con el 3% de déficit en 2013, en línea con lo que defiende el Gobierno. Aun así, el combate va a ser duro: “Hay que estudiar las cifras de 2011 y ver si el Gobierno ha tomado las decisiones adecuadas antes de evaluar si se recomiendan sanciones, pero en todo caso eso no llegaría hasta finales de abril", explicó un portavoz del comisario de Asuntos Económicos y Monetarios. Madrid vaticina que no habrá multa, pero sí reproches en el Eurogrupo: otros países pasan por una situación similar, pero es España quien se ha retratado.

Moncloa cuenta con que el paso del tiempo juega a su favor, una vez se vayan conociendo los déficits de 2011. Y con que, a pesar de la desviación del déficit de 2011, la Alemania de la canciller Angela Merkel no ha señalado aún a España por ese motivo. Preguntado al respecto, un portavoz del Ministerio de Finanzas que dirige Wolfgang Schäuble explicó: “Es trabajo de la Comisión tomar decisiones sobre las metas de déficit y hacer propuestas al Ecofín”. Fuentes diplomáticas aseguran que esa neutralidad es muy favorable a los intereses españoles.

España se juega también otras bazas en el Eurogrupo: Guindos prevé defender la candidatura española al consejo ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), pese a que en este momento no hay consenso y el candidato luxemburgués Yves Mersch parte con ventaja respecto al economista y jurista español Antonio Sáinz de Vicuña, director del servicio jurídico de la entidad monetaria. El ajedrez diplomático de la UE está en marcha: ese asiento depende de una serie de nombramientos, como la presidencia del Eurogrupo y la del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo. “Todas las opciones están abiertas; España mantiene su candidato”, explicó una portavoz de Economía.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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