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Recortes en Lituania

El país báltico lideró el crecimiento en la UE en 2011 pero debe esfuerzarse para reducir el déficit

El puerto de Klaipeda es uno de los más activos de Lituania
El puerto de Klaipeda es uno de los más activos de LituaniaREUTERS

Lituania ha crecido un 5,8% en 2011 según las últimas estimaciones de Eurostat publicadas a finales de febrero. De confirmarse este dato, el país báltico se colocaría en el podio del crecimiento de la Unión Europea (UE) multiplicando casi por cuatro el desempeño de la media de sus socios y de la eurozona, cuyo PIB habría crecido apenas un 1,5%. Las autoridades explican estas cifras por el tirón del consumo interno que durante la crisis ha equilibrado el peso del comercio exterior y de las manufacturas, históricamente los motores de la estructura económica local.

La economía lituana fue una de las que, en el seno de la UE, más acusaron la contracción económica mundial, con una importante fuga de capitales y el colapso de su sistema bancario. El Ejecutivo decidió en 2008 poner en marcha un agresivo programa de recortes y de refundación de su estructura económica. De esta manera, recortó los salarios públicos, bajó los impuestos directos, subió el IVA, elevó la edad de jubilación, recortó el gasto social, flexibilizó el mercado laboral y redujo los trámites para crear empresas.

Estos ajustes de segunda generación se sumaron a los esfuerzos que durante la década de los noventa realizaron las distintas administraciones lituanas para completar la transición de una economía centralizada —en su condición de antigua república soviética— hasta el libre mercado. Con todo, el resultado de este plan de choque, similar al que se está poniendo en marcha en países de la UE que en estos momentos acusan mayores problemas de déficit público y liquidez financiera, se saldó con una caída del PIB del 14,8% en 2009 y un crecimiento del 1,4% en 2010.

La industria, motor de la economía, cayó un 2,1% a finales de 2011

No obstante, durante el último trimestre de 2011 se comenzaron a mostrar síntomas de ralentización. El PIB creció solo un 4,4%, un fuerte parón en relación al tercer trimestre, cuando el país registró el segundo mayor crecimiento de la UE. Sin embargo, lo más preocupante es la caída del 2,1% de la producción industrial, el mayor retroceso desde enero de 2010 en un indicador que representa la quinta parte de toda su economía. En gran parte, estas incertidumbres están derivadas del retroceso del comercio mundial y de la crisis de deuda de sus socios de la UE.

Las previsiones para 2012 son menos optimistas, pero aun así por encima de la media de Europa. Eurostat habla de un alza del PIB del 2,3% frente al 0% de la UE y la caída del 0,3% de la eurozona. Los analistas y el Ejecutivo sitúan este incremento en una horquilla del 2%-2,5%, siempre pendiente de la evolución de sus principales socios comerciales. Paradójicamente, el mayor peso como destino de las exportaciones lituanas no lo tiene ningún país de la Unión Europea, sino que Rusia acaparó el 15% de sus ventas y fue proveedor del 32% de las importaciones locales.

El otro factor a tener en cuenta será la evolución de la crisis de la deuda y las tensiones financieras. Los datos certificados por Bruselas indican que en 2010 el déficit llegó al 7% del PIB frente al 9,5% registrado en 2009. Las previsiones no confirmadas oficialmente sitúan el desequilibrio en torno al 5,7% del PIB en 2011. Con todo, la deuda pública a finales del tercer trimestre de 2011 era equivalente al 37,6% del PIB. Estos datos en teoría le dan un respiro aunque todo dependerá de la evolución de los mercados internacionales.

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