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El gigante de los cereales Kellogg compra los aperitivos Pringles por 2.000 millones

El grupo, que persigue reforzar esta línea de negocio, desembolsa 2.000 millones de euros

Cajas de Pringles en la estantería de un supermercado de West Bath, Nueva Inglaterra (EE UU).
Cajas de Pringles en la estantería de un supermercado de West Bath, Nueva Inglaterra (EE UU).PAT WELLENBACH (AP)

Las patatas de la gran sonrisa tienen nuevo dueño. El gigante de la alimentación Kellogg acaba de anunciar que compra a Procter & Gamble la conocida marca de aperitivos Pringles por 2.695 millones de dólares (cerca de 2.000 millones de euros). El objetivo de la compañía estadounidense es reforzar esa línea de negocio, en paralelo a la de los cereales. Hace una década que empezó a operar en ese segmento del mercado, con la compra de Keebler. Con Pringles, pretende darle más dimensión y visibilidad.

Además de las galletas y crackers Keebler, Kellogg es propietaria de los crackers Cheez-It y Special K. La sociedad explica que la última adquisición "supone una nueva fuente de ingresos" en esa categoría y le dota de una plataforma para tirar del negocio a escala internacional, por la fortaleza de la marca a escala global. Pringles cuenta en la actualidad con 1.700 empleados. La nueva propietaria señala que la cultura y los valores empresariales son similares, por lo que anticipa una "transición suave".

Pringles, presente desde hace más de cuatro décadas en las estanterías de los supermercados, genera unas ventas anuales de 1.500 millones. Tiene plantas de producción en EE UU, Asia y Europa, que se unen a las de Kellogg en Tennessee y Bélgica. La forma de su patata la diferencia de productos similares, como las de Lay de PepsiCo. La compra se espera esté completada para final de este verano, cuando pase los exámenes reguladores correspondientes. Los títulos de Kellogg suben más de un 4%.

Procter & Gamble intentó vender la marca de aperitivos a Diamond Foods. Pero el reciente estallido contable en la alimentaria puso en serio peligro la operación, que le iba a consolidar como el número dos del negocio por detrás de PepsiCo. La semana pasada se anunció el cese de su consejero delegado y de su director financiero. El desplome de la cotización de Diamond Foods a raíz de este escádalo -sus acciones cayeron un 37% el pasado jueves- hizo imposible financiar la operación de compra de Pringles.

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