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La aerolínea húngara Malev deja de volar después de 66 años por la elevada deuda

El Gobierno de Budapest deja caer a la compañía, que fue nacionalizada en 2010

Varios pasajeros de Malev esperan a recibir información en el aeropuerto de Budapest.
Varios pasajeros de Malev esperan a recibir información en el aeropuerto de Budapest.SZILARD KOSZTICSAK (EFE)

La aerolínea pública húngara Malev, fundada en 1946, ha anunciado el cese de sus operaciones después de que el Gobierno del país centroeuropeo, atrapado en la peor crisis económica desde la caída del comunismo, decidiera retirar su apoyo financiero. La situación de falta de liquidez de la empresa, que arrastra una deuda de 60.000 millones de florines (200 millones de euros), se agravó hace un mes, cuando la Unión Europea le ordenó devolver las ayudas públicas recibidas por considerarlas contrarias a la competencia.

"Tras haber operado durante 66 años de forma casi ininterrumpida, Malev ya no volverá a despegar", ha declarado la compañía en un comunicado. La presión de los proveedores, cansados de ver cómo la empresa retrasaba sus pagos una y otra vez, ha precipitado la caída de la aerolínea.

Los Gobiernos europeos, forzados por los planes de austeridad a imponer cada vez más recortes al gasto, son cada vez más reacios a la hora de subvencionar a las compañías aéreas. El último ejemplo ha sido el de Spanair, que cesó sus operaciones el pasado 27 de enero después de que la Generalitat de Cataluña rechazara inyectar más dinero en la empresa. Suecia, Irlanda, Portugal, Polonia y la República Checa también intentan reducir el respaldo del Estado a las aerolíneas.

La UE ha exigido a la empresa que devuelva la ayudas públicas recibidas entre 2007 y 2010, cuando era privada

Malev, que tiene 2.600 empleados y registró pérdidas por 24,6 millones de florines (85 millones de euros), ha sido privatizada en varias ocasiones en el pasado, pero sin éxito, y volvió a manos del Estado en febrero de 2010. La compañía controla el 40% del tráfico del aeropuerto de Budapest. "Pedimos disculpas a todos nuestros clientes", ha afirmado el consejero delegado, Lorant Limburger. Cientos de pasajeros se han encontrado hoy con que no pueden utilizar su billete y la empresa ha empezado a recolocarlos en otros aviones.

La caída de Malev se produce en un momento muy delicado para el Gobierno húngaro, en manos del conservador Viktor Orbán. El Ejecutivo intenta desatascar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea para conseguir un nuevo préstamo que ayude a sacar al país de la crisis y cuya deuda soberana está clasificada ya como basura. Las conversaciones se han paralizado después de que entrara en vigor una Constitución que, según Bruselas, pone en peligro la independencia del Banco Central húngaro.

Suecia, Irlanda, Portugal, Polonia y la República Checa intentan reducir el respaldo del Estado a las aerolíneas

En realidad, Malev ya operaba según las reglas del concurso de acreedores después de que el 30 de enero fuera declarada "compañía estratégicamente importante", una situación legal que le confería un escudo frente a sus acreedores. Las ayudas públicas cuestionadas por la UE son las recibidas entre 2007 a 2010, equivalentes a 390 millones de dólares (unos 300 millones de euros).

Las aerolíneas rivales de bajo coste, como Wizz Air, con sede en Budapest, arrebataron parte del negocio a Malev. Tras conocerse su cierre, Wizz Air ha empezado a ofrecer billetes con descuento a los pasajeros afectados. Además, se enfrentaba a una nueva competidora: Ryanair. La compañía irlandesa no ha dejado escapar la oportunidad y ha anunciado que abrirá la ruta Madrid-Budapest a partir del próximo 13 de febrero con la intención de que opere de lunes a jueves.

Ryanair ha anunciado la apertura de la ruta Madrid-Budapest a partir del próximo lunes 13 de febrero

El cese de operaciones pone fin a una búsqueda de dos décadas para encontrar un socio sólido para Malev. Tras la caída del comunismo, la empresa dio entrada en su capital a Alitalia, que tuvo que salir de la empresa en 1997 tras una investigación de la Comisión Europea sobre las ayudas recibidas. Después, se habló de nuevos socios, como British Airways, Air France y Lufthansa.

Finalmente, la compañía fue privatizada por segunda vez en 2007, con la entrada del multimillonario ruso Boris Abramovich y otros inversores. Pero la crisis económica estalló poco después y el tráfico aéreo se desplomó y el Estado tuvo que hacerse cargo de Malev de nuevo en 2010 (tiene el 95% de las acciones).

El pasado 5 de diciembre, el Gobierno húngaro comunicó que se estaba negociando con inversores europeos después de que las conversaciones con el grupo chino HNA para entrar en el capital fracasaran. El operador de vuelos chárter checo Travel Service informó el pasado agosto que había presentado una oferta formal de compra. Los responsables de Malev comentaron recientemente que era posible que el grupo chino volviera a la mesa de negociaciones. El diario Népszabadság informaba hace unos días de que Vueling Airlines, la aerolínea de bajo coste de Iberia, había iniciado contactos con las autoridades húngaras para hacerse con parte de las acciones de Malév.

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