La Comisión Europea reitera que no hay un "plan b" para Grecia

La solución para Grecia pasa la austeridad, y por tanto, por aprobar el plan con nuevos ajustes que se debate estos días en su Parlamento y que se votará el miércoles. Desde la Comisión Europea se ha insistido en esta idea después de que se especulara con un posible plan alternativo para Grecia. No hay alternativa a la austeridad es la idea que han reiterado hoy después de que la semana pasada ya advirtieran de ello.

"Confío en que los líderes políticos de Grecia sean plenamente conscientes de la responsabilidad que tienen para evitar la suspensión de pagos", ha afirmado en un comunicado el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn. Una idea sobre la que ha vuelto a insistri el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso. "Para ser honestos con la gente griega y nosotros mismos, tenemos que decirles que no hay otra vía distinta a las dolorosas reformas y la consolidación fiscal", ha dicho Barroso. Además, ha criticado a los que hablan de "un posible plan B, que sería más fácil" para Grecia, pues a su juicio "están mintiendo".

"Cualquiera que sugiera que hay una alternativa será responsable de una auténtica catástrofe para las finanzas públicas de Grecia", ha apuntado Barroso ante las preguntas de los eurodiputados sobre este asunto en una intervención en el Parlamento Europeo. Además ha calificado de "conjeturas" las informaciones aparecidas en este sentido y consideró que fomentar la idea de que existen alternativas "no reforzará la confianza de la propia Grecia en su plan, ni tampoco la de la UE ni la confianza general de los mercados".

El Parlamento griego comenzó el lunes a debatir sobre las nuevas medidas de austeridad propuestas por el Gobierno, con la incertidumbre sobre si serán aprobadas tras las deserciones en las filas socialistas y la creciente presión social. De ello depende la entrega de un quinto tramo de ayuda externa de 12.000 millones de euros para pagar sueldos y pensiones en julio.

Sin ese dinero, Grecia no podrá afrontar sus pagos y se convertiría en el primer país de la eurozona que suspende pagos. "La única manera de evitar la inmediata suspensión de pagos es que el Parlamento respalde el programa económico revisado", ha enfatizado Rehn, en otro llamamiento urgente a los diputados griegos para que aprueben el plan de austeridad para los próximos cinco años, por valor de 78.000 millones de euros.

Varios medios de comunicación publicaron el lunes que la eurozona está trabajando en un plan B por si el Parlamento griego rechaza el programa de austeridad. "Déjenme decirlo claramente: no hay un plan B para evitar la suspensión de pagos", ha recalcado Rehn.

"La Unión Europea sigue estando preparada para ayudar a Grecia, pero Europa solamente puede ayudar a Grecia si Grecia se ayuda a sí misma", agregó. Rehn aseguró que la preparación para un segundo plan de rescate, calculado en unos 110.000 millones de euros, se intensificará en las próximas semanas.

"Creo que las propuestas constructivas que llegan de diferentes sectores de la sociedad griega deben ser escuchadas y tomadas en cuenta. Es vital que se cree un consenso social más amplio y un acuerdo entre los diferentes partidos sobre las reformas que son necesarias para que Grecia vuelva a la senda del crecimiento y el desarrollo sostenible", ha indicado el comisario.

Los griegos y sus representantes democráticamente elegidos afrontan una elección difícil, dijo. "Reformar la economía es ciertamente un desafío, pero sigue siendo una alternativa mucho mejor que una suspensión de pagos, que afectaría a los más desventajados y vulnerables", ha señalado.