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Babcock renuncia a hacer volver a trabajar a los buzos prejubilados en 2004

El Supremo anuló el expediente de regulación que mandó a casa a 258 empleados de la empresa hace siete años

Babcock Power España ha ofrecido a los 258 trabajadores afectados por el ERE de 2004, declarado nulo por los tribunales, a los que había convocado hoy, un "permiso retribuido" y planteará un expediente de extinción de sus contratos. La anulación de ese expediente de regulación de empleo, como consecuencia de una sentencia del Tribunal Supremo de 22 de febrero de este año, complica extraordinariamente, según los sindicatos, la situación de esta empresa, en fase de liquidación y que prevé que el 30 de septiembre de este año abandonen la fábrica los últimos trabajadores.

Los trabajadores que habían sido prejubilados han acudido hoy a la empresa y se han reunido en grupos de 45 con la dirección, que les ha comunicado la decisión que ha adoptado para cumplir la sentencia que declaraba nulo el ERE de 2004.

El representante de UGT Manuel Velado ha señalado a los medios de comunicación que la empresa "quiere cumplir la sentencia" y ha dado de alta a los 258 trabajadores que estaban "prejubilados y jubilados", a los que ha ofrecido "un permiso retribuido sin fecha de caducidad". Además, ha añadido que la empresa ha comunicado a los trabajadores la presentación, "automáticamente", de un expediente de rescisión de contratos, por lo que "en un periodo de tiempo relativamente corto los despedirán".

El presidente del comité de empresa de Babcock, Alfonso Bustamante, ha asegurado que la Sepi y los gobierno vascos y central deben solucionar el problema que se ha creado y ha recordado que "más del 80%" de la plantilla está "sin actividad y hay trabajo para 40 personas". También, ha resaltado, afecta a los 364 trabajadores que permanecían en la plantilla porque la incorporación de los 258 trabajadores afectados por el ERE "incrementa la nómina en más de un millón de euros" y "no hay dinero" porque "estamos sin caja, sin trabajo y sin nada".

Uno de los casos de estos trabajadores que han vuelto hoy a Babcock es el de Tomás Pérez, quien se jubiló el pasado 7 de marzo y desde que se prejubiló se ha dedicado a cuidar de sus nietos y su mujer, y que hoy ha acudido a la empresa y ha comentado: "si hay que venir, se viene, aunque no sé si tendría trabajo, pero yo prefiero seguir cuidando a los nietos". Otro de los afectados, Luis Aguilera, ha respondido: "Si mañana me tengo que poner el buzo, me lo pondré y vendré, a las seis de la mañana. Ya tengo el depertador preparado, pero no es plato de buen gusto".

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