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La crisis del euro

Moody's sitúa a España en el ojo del huracán de la crisis de deuda

La agencia amenaza con rebajar la nota de solvencia del Estado por las dudas sobre el control del déficit de las autonomías y las altas necesidades de refinanciación previstas para 2011.- La noticia aumenta la presión sobre los bonos y causa pérdidas en la Bolsa

La mala y relativamente inesperada noticia de que Moody's estudia rebajar la nota de calidad de la deuda española apenas tres meses después de quitarle el último sobresaliente que le quedaba, ha situado al país en el centro de las dudas de los inversores. Tras el anuncio, que ha reavivado la desconfianza en las finanzas de España tras unos días de relativa calma en los mercados, la deuda del Tesoro ha sufrido hoy el mayor castigo de entre los llamados periféricos, aunque ha moderado el ajuste a medida que avanzaba la jornada. Lo que se ha trasladado también a las Bolsas del Viejo Continente dentro de una crisis con pocos visos de solucionarse y que marcará la reunión del Consejo Europeo de mañana y el viernes.

"Las necesidades de financiación no solo del Gobierno central sino también de las regiones y los bancos, hacen vulnerable al país frente a nuevos episodios de tensión"
Pese a los problemas, "no cree que España esté amenazada o que tenga que recurrir a los fondos europeos de estabilidad"
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Desde el Gobierno, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, ha querido destacar que Moody's "no pone en duda la solvencia de la economía ni de la deuda" y se ha mostrado convencida en que, dentro de tres meses, cuando debe revelar su decisión final, el Ejecutivo tenga los "argumentos suficientes para que esta perspectiva negativa se convierta en positiva". Además, tras reiterar que la deuda española sigue siendo solvente, ha afirmado que, aunque decida bajarla, seguirá contando con una calificación alta.

Moddy's, que actualmente tiene una calificación para España de Aa1 -lo que equivale a un sobresaliente bajo-, argumenta que los motivos para poner esta nota bajo revisión son las crecientes tensiones a las que se está viendo sometido el Estado para financiarse aumentan su vulnerabilidad. La clave, añade, son las "altas necesidades" para captar fondos que tiene en 2011 y que le obligarán a acudir a un mercado condicionado por la "frágil confianza" de los inversores, sobre todo entre los extranjeros ante las especulaciones de que acabará teniendo que pedir el rescate de sus socios del euro, algo que la agencia no comparte.

El informe también alerta sobre las dificultades que amenazan al sistema financiero español, la necesidad de prorrogar las reformas y, de forma especial, da un toque de atención sobre el compromiso de las autonomías con el déficit. Así, pone en duda la capacidad del Ejecutivo central para controlar el gasto de las comunidades, a las que acusa de "falta de disciplina fiscal". A continuación, al tiempo que augura que ni siquiera cumplirán sus objetivos de déficit de 2010, advierte de que las "tímidas" presiones del Gobierno y la medida de impedirles endeudarse no serán suficientes para que logren los de 2011. De hecho, alerta de que dos regiones se la están saltando esta prohibición simplemente dejando de pagar a sus acreedores. Para acompañar al Estado en su compromiso de recuperar la sostenibilidad en las cuentas públicas, en opinión de Moody's, harían falta actuaciones concisas para que ahorren en sanidad y educación.

Adelanto de los datos del déficit

Sobre este extremo, Salgado ha confiado en que la publicación de los datos de ejecución presupuestaria de los Ejecutivos autonómicos adelantada a la semana que viene reste motivos a Moody's para aplicar la tijera. En la misma línea, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, ha criticado que su análisis no ha sido "suficientemente cuidadoso" con su capacidad para reducir el déficit mientras, sobre las reformas, ha asegurado que "el tiempo demostrará" que son efectivas.

Entre todas las administraciones, Moody's calcula que las necesidades de refinanciación del próximo ejercicio ascienden a 200.000 millones, 170.000 para la Administración central y otros 30.000 millones para las autonomías, y eso teniendo en cuenta el impacto en el gasto de las últimas medidas de ajuste del Ejecutivo. No obstante, según advierte la agencia, ya no podrá contar con que los inversores extranjeros cubran con el 50% de las emisiones, tal y como tradicionalmente ha sucedido hasta el estallido de la crisis en los mercados de deuda. A estas cantidades, además, habrá que sumar la de los bancos, cuya capacidad para captar fondos depende de la del Estado, y que en un caso extremo precisará reforzar su capital con 90.000 millones para mantener altos niveles de solvencia. En el escenario base, necesitarían 25.000 millones, de los que ya han sacado unos 11.000 millones del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Sobre este punto, también ha puesto bajo revisión la nota del FROB ya que sus fondos -99.000 millones en total- están garantizados al 100% por el Estado.

A pesar de las dificultades, "Moody's no cree que la solvencia de España esté amenazada o que tenga que recurrir a los fondos europeos de estabilidad", añade el informe tras destacar que sigue teniendo "mucho más crédito" que los otros países bajo sospecha, tal y como demuestra que tiene una nota mejor que ellos. Asimismo, augura que seguirá siendo capaz de acudir a los mercados a financiarse aunque advierte de que no se librará de sus mayores exigencias, sobre todo si la situación sigue empeorando. Por todo ello, para la analista Kathrin Muehlbronner, que es la responsable del informe, el examen terminará probablemente con el mantenimiento de una calificación en el nivel de la doble A, un escalón por rebajo de la mejor nota pero que sigue representando una valoración alta, tal y como ha destacado Salgado. No obstante, en los mercados secundarios de deuda no se nota esta diferencia ya que ante la actual situación de incertidumbre que domina el ánimo de los operadores, manda más el trazo grueso que la letra pequeña.

Reacción en los mercados

A primera hora, la noticia ha reavivado la huida de los inversores desde los títulos del Tesoro con más intensidad que en el resto de los llamados periféricos -Grecia (que tiene una calificación de bonos basura), Irlanda (a dos escalones de caer en esta nota) y Portugal (que entra dentro de una valoración considerada como "buena")-. El menor apetito por la deuda española ha llevado la rentabilidad del bono a 10 años al 5,53%, un nivel desconocido desde 2000. Sin embargo, ha cambiado de tendencia por la tarde y ha logrado bajar al 5,4%, lo que en cualquier caso amenaza con que la emisión programada por el Tesoro para mañana de deuda con vencimiento en 10 años, la última importante del año, se cierre al precio más alto de la década.

Para intentar explicar este cambio de rumbo hay que recordar que el Banco Central Europeo ha acelerado en las últimas sesiones la compra de bonos de los países con problemas para contrarrestar las ventas del resto de inversores, un extremo que habrá que esperar a la semana que viene, cuando el organismo publica los datos, para confirmarlo. También el mensaje de la canciller alemana, Angela Merkel, de que "no se dejará solo a nadie en Europa" y que "Europa no dejará caer a nadie", ha traído algo de tranquilidad a los mercados.

Por culpa del aumento del interés exigido a España, la prima de riesgo, el mejor indicador de la confianza en las finanzas de un país y que se establece a partir del sobreprecio que debe pagar para vender sus títulos frente a los alemanes, de referencia por su estabilidad, ha llegado a tocar por la mañana los 255, aunque también ha ido moderando el ascenso a medida que avanzaba la jornada y se ha dado la vuelta por la tarde. A las 16.30 bajaba 6 puntos básicos hasta los 242. Así, sigue lejos del récord cercano a los 300 que marcó en noviembre y por debajo de las primas del resto de los periféricos.

En Bolsa, el Ibex también se ha situado al frente de las caídas en los principales parqués europeos con pérdidas que han superado a las de los otros países bajo la lupa de los mercados. Con casi todos sus valores en rojo y los bancos al frente de los recortes por su mayor exposición a la deuda, el selectivo español ha llegado a ceder un 2,2% a media mañana, con lo que ha perdido la cota psicológica de los 10.000 puntos. Al cierre, ha frenado las pérdidas hasta el 1,5%, con lo que lograba mantener este nivel por la mínima (10.009 enteros). En el mercado de divisas, el euro ha perdido medio punto frente al dólar con respecto al cierre de ayer y se situaba ligeramente por encima de los 1,33 dólares.

Dudas sobre la banca

El lunes, esta misma agencia ya manifestó sus dudas sobre el sector bancario español, del que decía que podría tener pérdidas de hasta 117.000 millones de euros, dudas que se sumaban a las manifestadas el pasado viernes por el banco UBS a pesar de que los bancos españoles han vuelto a reducir su dependencia de las inyecciones de liquidez del Banco Central Europeo.

Moody's fue la última en retirar en septiembre pasado la máxima calificación de la deuda soberana de España, tal y como habían hecho antes Standard and Poor's y Fitch.

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