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CIT Group protagoniza la quinta mayor bancarrota en EE UU

En una maniobra similar a la hecha con General Motors y Chrysler, la financiera podrá emerger de la suspensión de pagos antes de final de año

Tras tres meses luchando por su supervivencia, la financiera CIT Group decidió ayer declararse en suspensión de pagos. El movimiento tiene como fin poder reestructurar su colosal deuda -cerca de 65.000 millones de dólares, 44.000 millones de euros-. La entidad es la mayor prestamista a pequeñas empresas y comercios y la suspensión de pagos es la quinta por volumen en la historia empresarial de EE UU y la tercera en el sector financiero, superada sólo por Lehman Brothers y Washington Mutual. Su consejo de administración decidió dar el paso tras llegar a un preacuerdo con los acreedores, entre ellos Goldman Sachs y el magnate Carl Icahn.

De esta manera, el grupo podrá operar con normalidad. Pero sobre todo, y en una maniobra similar a la hecha con General Motors y Chrysler, podrá emerger de la suspensión de pagos rápido, quizás antes de final de año.

Dejarla quebrar, como sucedió hace poco más de un año con Lehman, habría sumido a los mercados en otro caos en plena recuperación económica y con el sistema ya estabilizado. Y es que la entidad cuenta con activos valorados en 71.000 millones de dólares (48.158 millones de euros). En base a esto, la suspensión de pagos anunciada ayer es superada -además de por las dos entidades antes citadas- por WorldCom y GM.

Pero aunque la bancarrota se haga de una forma controlada, el caso de CIT Group es un claro recordatorio de las dificultades por las que sigue atravesado el sector financiero, donde la recesión económica, el desempleo y el deterioro del crédito son un pesado fardo para los balances de un importante número de entidades, sobre todo de tamaño medio y pequeñas.

Este año, los reguladores intervinieron 115 bancos. El viernes, el fondo de garantía de depósitos estadounidense (FDIC), que protege los depósitos en 8.195 entidades, se hizo con el control de nueve firmas problemáticas, cuyos activos fueron transferidos a US Bancorp, que se está haciendo más grande gracias a estas intervenciones. La sangría continuará hasta 2011, y se calcula que podrán desaparecer hasta 1.100 entidades. Si se materializan las quiebras que auguran en el sector, la industria bancaria en EE UU se reducirá en casi un 15% en número de entidades y un 7% en activos. Y todo esto tiene además un coste para el contribuyente. En el caso de CIT Group, para poder salvar a la entidad de la quiebra, Washington perderá unos 2.330 millones de dólares que inyectó en diciembre para mantenerla a flote.

"Esta decisión nos permitirá seguir proveyendo fondos a las pequeñas empresas y comercios, un sector de vital importancia para la economía", aseguró su presidente ejecutivo, Jeffrey Peek, que ya hace unas semanas anunció que antes de final de año dejará la entidad. CIT Group espera reducir su deuda en unos 10.000 millones. El respaldo de Icahn al plan de reestructuración fue determinante para facilitar el proceso.

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