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Intervención de Caja Castilla-La Mancha

BBK propone comprar CCM a través de una 'sociedad vehículo'

La fórmula de una filial garantiza las exigencias que planteó Mario Fernández

BBK ha ideado una oferta para la adquisición de Caja Castilla La Mancha (CCM) basada en la fórmula de la sociedad vehículo que le permitiría cumplir con las tres exigencias impuestas por su presidente, Mario Fernández, ante cualquier operación de compra que surja. La decisión fue adoptada ayer por el consejo de administración de la entidad vizcaína, que facultó a sus responsables ejecutivos a comparecer en la puja abierta por la entidad castellano-manchega, que se encuentra intervenida por el Banco de España. La comisión de control de BBK conocerá también hoy los detalles de esta oferta.

La figura denominada Sociedad con Propósitos Específicos (Special Purpose Vehicle, SPV) se plantea con el fin exclusivo de ser vehículo o instrumento de inversión de otra entidad que directa o indirectamente ejerza su control por poseer derechos de voto suficientes para formar la voluntad social de la peticionaria. Así, BBK y CCM, manteniendo sus actuales órganos internos, estructura financiera y de representatividad, crearían una sociedad, que podría entenderse como una filial, a la que cada una de ellas aportarían valores que en ningún caso de estrategia territorial, que podrían ser las oficinas que disponen actualmente fuera de su respectivo ámbito natural. Un ejemplo concreto podrían ser las oficinas que BBK y CCM mantienen en Madrid. Lógicamente, en dicha filial la mayoría societaria correspondería a la entidad vizcaína.

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Este sistema, que es contemplado ahora en el acuerdo alcanzado por Caja Navarra y Caja Canarias, permitiría a BBK y CCM que el Banco de España consolidara sus respectivos balances y, sobre todo, aseguraría su actual régimen estatutario. La fórmula de la sociedad vehículo ha venido a conocerse en los mercados financieros como una fusión fría y también fusión virtual habida cuenta de la finalidad que pretende, pero que al tiempo preserva la configuración jurídica de sus impulsores. Eso sí, la principal incógnita en el planteamiento de esta opción es si, finalmente, consigue la licencia bancaria, uno de los objetivos determinantes para el desarrollo de la filial resultante.

Concedido, por tanto, el permiso por el Consejo de Administración para la oferta y garantizado el control de la sociedad vizcaína en la fórmula elegida, Mario Fernández sabe que su tercera exigencia, el crecimiento de la BBK, queda asegurado. Si el Banco de España elige su propuesta, la entidad vizcaína vería contabilizados a partir de entonces sus recursos propios ya como un grupo, al que se unirían los que aporte CCM.

Lógicamente, la situación de la caja castellano-manchega en cuanto a activos condicionados por los malos resultados crediticios resulta caótica. Precisamente, esta operación rescate que el Banco de España encomendará posiblemente antes de finales de noviembre permitiría a la entidad elegida disponer de una millonaria inyección económica procedente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para el fortalecimiento de la alicaída CCM.

En el mercado financiero se considera que BBK es la principal favorita para hacerse con CCM. Su significativo dato de ratio de morosidad más reducido supone una bandera de enganche determinante en estos momentos de crisis económica, que no pueden lucir otros competidores como Ibercaja, bien situada, y Caja Madrid y La Caixa, más relegadas. Eso sí, Ibercaja sólo supera a BBK en el nivel de recursos propios.

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