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EE UU avanza en su lucha contra los paraísos fiscales

El presidente Obama propone una serie de medidas para limitar el uso de paraísos fiscales por parte de las empresas de EE UU.- Los ingresos para el Estado podrían aumentar hasta en 210.000 millones de dólares el 10 años

El presidente de EE UU, Barak Obama, y su secratario del Tesoro, Timothy Geithner, han propuesto una serie de medidas para evitar que grandes multinacionales estadounidenses como Caterpillar Inc o Procter & Gamble Co se beneficien de la utilización de los paraísos fiscales y dejen de pagar enormes cantidades al erario público gracias a la existencia de diversos mecanismos legales. En concreto, se trata de la eliminación de tres prácticas de evasión de impuestos que podrían suponer unos ingresos para los próximos 10 años de entre 190.000 millones de dólares (143.680 millones de euros) y 210.000 (unos 158.800 de euros) según los cálculos de la agencia Bloomberg y The New York Times, respectivamente.

"Durante años, hemos hablado de acabar con los paraísos fiscales. Esto es lo que al fin hará nuestro presupuesto "
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El plan de la Administración estadounidense eliminará los beneficios para las empresas y personas físicas que tengan sus cuentas en paraísos fiscales y evitará que las empresas se deduzcan impuestos en EE UU inflando la cantidad de tasas que ya pagan en territorios offshore. El Gobierno estadounidense prevé eliminar las deducciones que las empresas pueden hacer en sus declaraciones de impuestos por beneficios obtenidos en el exterior. "Durante años, hemos hablado de acabar con los paraísos fiscales. Esto es lo que al fin hará nuestro presupuesto ", afirmó ayer Obama en la rueda de prensa tras la reunión con Geithner y Douglas Shulman, comisionado del Servicio Interno de Ingresos (IRS, en inglés).

Según ha asegurado Obama, también se exigirá a los bancos extranjeros que informen al fisco estadounidense sobre los ingresos que los ciudadanos de este país reciben en el exterior. "Si no cooperan, asumiremos que se trata de un paraíso fiscal y actuaremos en consecuencia", advirtió el presidente estadounidense.

La lucha contra estas prácticas es una de las ideas en las que más insistió el actual presidente durante la campaña electoral. Obama busca además la reducción de las ventajas para aquellas empresas que se establecen en el extranjero, con el objetivo de que vuelvan a EE UU y creen trabajo allí.

El Gobierno espera que las compañías que se benefician de la actual legislación presionen para que sus cambios no lleguen a buen puerto y no se elimine lo que a su juicio es una laguna jurídica que les ofrece una ventaja sobre las empresas que operan sólo en EE UU, según un miembro del equipo del presidente que ha hablado con la agencia Bloomberg bajo condición de anonimato. En marzo, cerca de 200 empresas y asociaciones de ejecutivos suscribieronuna carta al Congreso en la que expresaban su oposición a la reforma del código fiscal y el fin de las deducciones por gastos en el exterior.

Desde la época de Clinton

Este proceso reformará la legislación aprobada durante la época de BillClinton y afianzada después en el cuerpo legislativo de EE UU, cuando Clinton intentó retirarla y se mantuvo gracias al control republicano del Congreso. La más importante de las reformas es la que se plantea sobre las regulaciones check-the-box creadas en 1997 y que permiten a las empresas incluir dentro de su organigrama sociedades creadas de la manera más eficaz posible desde el punto de vista impositivo.

Esto se hizo para aligerar el papeleo administrativo, pero la administración Clinton se dio cuenta rápidamente de que se utilizaba masivamente para evadir impuestos. Según el informe de la oficina de cuentas del Gobierno publicado en enero, 83 de las primeras 100 compañías de EE UU tenían sociedades subsidiarias en paraísos fiscales. Una vez que los activos estaban en cuentas offshore los impuestos se pagaban a medias, con el considerable ahorro para la empresa y la pérdida para las arcas públicas. El comité sobre impuestos ya recomendó en 2005 que se revirtiese esta situación.

El presidente de EE UU, Barak Obama y su secretario del Tesoro, Timothy Geithner, durante una rueda de prensa.
El presidente de EE UU, Barak Obama y su secretario del Tesoro, Timothy Geithner, durante una rueda de prensa.AP

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