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La UE entierra la jornada de 65 horas

La falta de acuerdo entre la Eurocámara y los 27, su primer desencuentro en 10 años, pone fin a cinco años de negociaciones

La falta de acuerdo entre los representantes de la Eurocámara y de los Gobiernos de la UE anoche en la ronda final de negociaciones ha provocado que, tras cinco años de debates, se abandone definitivamente la controvertida norma que sitúa la jornada laboral máxima en 65 horas semanales, según ha informado hoy el Parlamento.

Este desacuerdo significa que seguirá vigente la legislación actual sobre tiempo de trabajo, que fija una jornada laboral de 48 horas semanales pero que contempla la posibilidad de excepciones (opt-out) mediante un acuerdo individual entre empresario y trabajador. Estas excepciones, en la práctica, permiten trabajar hasta 78 horas semanales. Si se quiere intentar de nuevo modificarla habría que empezar desde el principio con una nueva propuesta de Bruselas.

La legislación actual sobre tiempo de trabajo, que permite trabajar hasta 78 horas si hay acuerdo entre empleado y empresa, seguirá vigente
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Acuerdo de los Veintisiete para ampliar la semana laboral por encima de las 48 horas

Se trata de la primera vez que Parlamento y Consejo no llegan a un acuerdo en conciliación desde la entrada en vigor del Tratado de Amsterdam en 1999, que amplió los poderes legislativos de la Eurocámara. El principal obstáculo para el compromiso fue la cuestión del opt-out. Los Veintisiete, liderados por Reino Unido, apostaban por mantenerlo indefinidamente, mientras que la Eurocámara exigía fijar en la norma una fecha para su eliminación definitiva, de manera que en ningún caso pudiera superarse la jornada de 48 horas.

Algo "excepcional"

"Desgraciadamente, tras cinco años de negociaciones, no fue posible alcanzar un acuerdo. El equipo negociador de la Eurocámara hizo varias propuestas sobre el opt-out para que se convierta en algo excepcional y temporal. Esta práctica no puede durar para siempre", ha explicado la jefa del equipo negociador del Parlamento, la socialista alemana Mechtild Rothe.

Por su parte, el eurodiputado socialista Alejando Cercas, ponente parlamentario de la directiva de tiempo de trabajo, ha lamentado la falta de compromiso pero aseguró que "un mal acuerdo hubiera empeorado la situación de los trabajadores en general y de los médicos en particular". "Hemos dejado el futuro abierto y esperamos encontrar una solución con la nueva Comisión y el nuevo Parlamento", ha afirmado Cercas.

La presidencia checa ha arremetido contra "falta de flexibilidad" de la Eurocámara y ha atribuido el fracaso de las negociaciones a la cercanía de las elecciones europeas. "El Parlamento dio prioridad a la ideología sobre la realidad política y económica", ha dicho el ministro checo de Trabajo y Asuntos Sociales, Petr Necas. Destacó que en la actualidad 15 de los 27 Estados miembros utilizan ya el opt-out, especialmente en sectores con guardias como la sanidad o los bomberos.

Guardias médicas

Tampoco ha habido acuerdo entre el Parlamento y los Gobiernos en la cuestión de las guardias médicas, que también está regulada por la directiva de tiempo de trabajo. La Eurocámara exigía que las guardias se consideraran tiempo de trabajo, tal y como ha dictaminado en reiteradas ocasiones el Tribunal de Justicia de la UE, algo que no aceptan los Veintisiete.

Otro punto de discrepancia fue la cuestión de los contratos múltiples. Para los trabajadores con más de un contrato de trabajo, los eurodiputados consideraban que el tiempo de trabajo debía calcularse por trabajador y no por contrato.

Los diputados de la Eurocámara votan durante una sesión plenaria, ayer en Estrasburgo.
Los diputados de la Eurocámara votan durante una sesión plenaria, ayer en Estrasburgo.EFE

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