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Los ministros de la UE debaten elevar a 65 el tope de horas de trabajo semanal

España encabeza la oposición a la norma, que considera un "retroceso", aunque reconoce que "difícilmente" podrá frenarla

Los ministros de Trabajo de la Unión Europea intentarán llegar hoy a un acuerdo sobre la norma comunitaria que regula el tiempo de trabajo, con la posibilidad de que se amplíe de 48 a 65 horas semanales. Los miembros de la UE está divididos entre los que reclaman una mayor flexibilidad laboral, encabezados por Reino Unido y Alemania, y los que optan por acabar con las excepciones que permiten trabajar más de 48 horas semanales, liderados por España. El ministro español de Trabajo, Celestino Corbacho ha dicho que ampliar la jornada sería un "retroceso en la agenda social".

Los ministros debatirán una propuesta de la presidencia eslovena que se sitúa más cerca de las posturas de Reino Unido y Alemania, ya que consagra como definitiva una cláusula introducida en su día por Londres como temporal, la llamada opt-out, que permite hacer excepciones a la jornada máxima de 48 horas siempre que haya acuerdo entre el trabajador y el empresario. Además, la propuesta eslovena eleva el tope máximo de tiempo de trabajo de 48 a 65 horas semanales. No obstante, la propuesta incluye una serie de salvaguardas de modo que quede garantizado que los trabajadores aceptan el opt-out' voluntariamente y no forzados por temor al despido.

Oposición de España

La delegación española, con el apoyo de Francia, Italia, Grecia y Chipre, ha logrado hasta ahora bloquear la renovación de la directiva sobre tiempo de trabajo porque no fijaba una fecha para acabar con el opt-out, lo que a juicio de estos países es incompatible con la Europa social. Sin embargo, España ha quedado en minoría tras perder el apoyo del nuevo Gobierno italiano y de Francia, Eslovenia y Portugal. Son ya tres años los que lleva coleando la negociación sobre el tiempo de trabajo.

La mayoría de los Estados miembros respaldan las propuestas de la presidencia y quieren aprobar la norma para resolver los problemas que les plantean las guardias médicas. El Tribunal de Justicia de la UE ha dictaminado en diversas ocasiones que los periodos inactivos de las guardias deben considerarse tiempo de trabajo, y la directiva se reforma precisamente para evitar los elevados costes que tendría la aplicación de estas sentencias en sectores como la sanidad.

No obstante, según ha anunciado el ministro español de Trabajo a su llegada a Luxemburgo, Madrid "difícilmente" cambiará su postura "contraria". Corbacho confía en que el texto pueda ser modificado durante la segunda lectura a la que será sometido en el Parlamento Europeo. "Yo creo que va a haber discursos contradictorios. Hoy va a haber una declaración por parte de quienes aprueben esta propuesta de que es un gran avance social de la Europa social y yo creo que hoy Europa retrocede en la agenda social", ha lamentado, aunque da por hecho que la directiva se aprobará, por lo que centra sus esfuerzos en que la norma sea modificada por la Eurocámara.

La UE tiene prisa por aprobar la reforma, dado que en la actualidad muchos Estados miembros incumplen las disposiciones de la normativa, en particular en el sector sanitario.

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