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Una oficina que contamina menos

Asesores en oficinas sanas, cartuchos recargables y un espíritu más zen para trasladar la sostenibilidad a nuestro trabajo

La sostenibilidad, además de ser aplicable a la forma en que se consume en las oficinas, también lo es a la manera en que nos enfrentamos a nuestra tarea. La teoría es la siguiente: el trabajo está destinado, en su sentido más elevado, a ser el siervo del hombre, no su amo. No importa qué forma adopte, lo relevante es la actitud con la que nos enfrentamos a él. Trabajar con interés y a conciencia puede transformar hasta la labor más mundana en una oportunidad para reflexionar y crecer. Claro que del dicho al hecho...

Que estas teorías ganan adeptos queda claro tras echar un vistazo en cualquier librería. Cada vez se publican más libros que nos enseñan a aplicar los conocimientos del budismo, el yoga y otras prácticas espirituales, al trabajo. El mensaje que se quiere transmitir lo resume Shunryu Suzuki, escritor y maestro zen: "El trabajo sólo tiene sentido cuando lo realizamos con respeto; ésa es su verdadera naturaleza (...) Considerar que la mano de obra es el elemento más importante para determinar el valor del trabajo es una especie de arrogancia de los seres humanos". ¿Será por eso que todavía existen empresas que no tienen departamento de Responsabilidad Social Corporativa?

El espíritu se podría resumir con la siguiente historia de la escritora Margaret M. Stevens, que ilustra diferentes actitudes hacia el trabajo: "Había tres albañiles. Le preguntaron al primero qué estaba haciendo y, con rudeza y sin siquiera apartar los ojos de su trabajo, dijo: "Estoy apilando ladrillos". El segundo respondió: "Estoy construyendo una pared". El tercero, con orgullo y entusiasmo, dijo: "Estoy construyendo una catedral" .

Algunos libros donde se puede encontrar información sobre este tema son: El arte de la felicidad en el trabajo, de Dalai Lama (Kailas), La bolsa o la vida, de Joe Domínguez y Vicki Robin (Planeta), Vivir (bien) con menos, de Manfred Linz, Jorge Riechmann y Joaquim (Icaria), Tiempo para la vida, de Jorge Riechmann (Ediciones del Genal) y No siempre será así, de Shunryu Suzuki (Oniro).

MATERIALES

- Usemos correctores y colas sin disolventes tóxicos.- Escribamos y fotocopiemos por las dos caras.- Rechacemos la propaganda que no necesitemos.- Evitemos el uso de servilletas o productos de un solo uso.- Reciclemos y usemos papel reciclado. Si lo necesitamos en blanco, compremos una marca que lleve el sello FSC (www.fsc.org/esp/), que promueve la explotación responsable de bosques.- Usemos, siempre que sea posible y para evitar gastar papel, documentos electrónicos. - Sustituyamos los recipientes de poliestireno (el corcho blanco), no biodegradable, por otros de vidrio o papel, que sí lo son.

IMPRESORAS Y ORDENADORES

- Usemos tóneres y cartuchos recargables.- Trabajemos con monitores LCD, que producen menos radiación que los de tubo de rayos catódicos (CRT).- Los ordenadores y equipos electrónicos contienen productos tóxicos, como los PBB, porque reducen el riesgo de incendio. Lleva los residuos de electrónica a un punto verde.

EL ESPACIO FÍSICO

- La mejor luz es la natural. Para la artifical, usa lámparas fluorescentes fullspectrum. Evitan el parpadeo del tubo y eliminan la fatiga visual y el estrés.- Evita las moquetas artificiales y las superficies sintéticas.- Aumentan los iones en el aire, que estresan y debilitan. - Usa mobiliario ergonómico. - Obtén el consejo de un asesor en oficinas sanas (www.domobiotik.com).

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