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Intrusos en el mar

Los parques eólicos marinos ya son legales en España

La cuenta atrás para ver las palas de los gigantescos molinos de viento girar sobre el mar ya ha comenzado. La aprobación este verano del Real Decreto 1028/2007, que regula la construcción de parques eólicos en aguas territoriales, ha acabado con el bloqueo administrativo que existía. Eso sí, todavía son bastantes los obstáculos.

"Dudo mucho que comience a funcionar ningún parque comercial antes de 2011", incide Alberto Ceña, director técnico de la Asociación Empresarial Eólica (AEE). Y es que, aparte del largo proceso de tramitación para levantar aerogeneradores en el dominio público marítimo-terrestre o portuario, los promotores deberán superar el reto tecnológico que supone construir en el mar y la coyuntura especial del mercado mundial de máquinas, que hoy no da abasto para cubrir la enorme demanda de molinos terrestres.

Incluso tendrán que convencer a algunos de los beneficios de unas instalaciones que ya han generado a veces rechazo. No en vano, la Xunta de Galicia ha expresado su oposición a colocar turbinas en sus costas. "Estos parques entran en colisión con la pesca y el marisqueo, y existen motivos ambientales para estar en contra, pues la falta de plataforma continental obliga a colocarlos muy cerca del litoral", alega la Consejería de Industria. Una posición criticada por Greenpeace: "Este planteamiento no tiene ninguna base científica".

1. ¿Por qué llevar los molinos al mar?

El mar tiene ventajas sobre la tierra firme para instalar aerogeneradores. La primera es que al tratarse de una superficie más lisa y libre de obstáculos cuenta con vientos más rápidos. La segunda, que dispone de espacio para agrupar muchas más máquinas, y lejos de la población, lo que elimina el posible impacto visual o sonoro de las instalaciones terrestres.

2. ¿Por qué es complicado construir estos parques?

Levantar torres y palas gigantes en mitad del mar no es sencillo. Hay que llevar a cabo complejas operaciones con barcos y construir anclajes especiales que fijen los molinos al fondo marino. La AEE estima que los costes de inversión y mantenimiento se duplican en comparación con los parques terrestres. Y la factura crece según aumenta la profundidad y la distancia de la costa.

3. ¿Dónde existen ya parques marinos?

De acuerdo a los datos de Félix Avia, del Centro Nacional de Energías Renovables (CENER), hasta la fecha hay 18 parques eólicos marinos en el mundo, que suman una potencia de 877 megavatios (MW), una proporción muy pequeña si se compara con los 74.000 MW del conjunto de la energía eólica instalada en el globo. Los parques marinos se encuentran principalmente en Dinamarca y Reino Unido.

4. ¿A qué profundidad y distancia a la costa pueden construirse?

Hasta hoy, la mayoría de los parques eólicos marinos del norte de Europa se han cimentado a profundidades menores de 18 metros y no más lejos de la costa de 14 kilómetros. El récord lo tiene el parque escocés Beatrice, levantado a 45 metros del fondo marino y a 25 kilómetros del litoral. Todo un desafío tecnológico. En España, las aguas son por lo general más profundas que en el norte del continente. Un problema.

5. ¿Dónde se podrían instalar en España?

Antes de aprobarse el Real Decreto 1028/2007, algunos promotores solicitaron permisos para construir parques marinos en Cádiz, A Coruña, Huelva, Tarragona, Castellón, Lugo, Almería y Murcia. Según Avia, no existen aún estudios realistas sobre el potencial del litoral español, pero algunas estimaciones, como la de Garrad y Hassan, hablan de 25.000 MW para 2020.

6. ¿Qué impacto ambiental tienen estas instalaciones?

Para José Luis García Ortega, de Greenpeace, esta tecnología tiene más ventajas ambientales que desventajas. Pero, aún así, su impacto dependerá de dónde se sitúen las turbinas. "Se debe valorar cada proyecto, para evaluar si afecta a aves o a fondos marinos de especial valor", incide. La ley obliga a realizar antes de 2008 un estudio estratégico ambiental con zonas aptas y de exclusión en todo el litoral.

7. ¿Se pueden ver las máquinas desde la costa?

"El impacto desde la costa no es apreciable", asegura García Ortega. El real decreto no fija limitación alguna de distancia al litoral. Pero, según el ecologista, para que pudieran verse desde las playas, los aerogeneradores tendrían que colocarse muy cerca. "Incluso a sólo cinco kilómetros las máquinas son difícilmente distinguibles".

8. ¿Resulta viable usar plataformas flotantes?

Es una opción contemplada, pero aún se encuentra en una fase de investigación inicial.

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