Un informe fija en 2011 el estallido de la burbuja inmobiliaria
Las viviendas caras y las de la costa serán las primeras en notarlo
La burbuja inmobiliaria podría estallar entre 2010 y 2011, según el Anuario Estadístico del Mercado Inmobiliario Español 2007, al ser el momento en que se puedan dar las condiciones para ello: "la oferta global de vivienda nueva y usada adquirirá sus cotas más altas y la demanda estará en su punto más bajo". Las viviendas de la costa, las de precios altos y las de "extrarradios sin consolidar" serán las primeras en acusar el cambio de tendencia, según el informe.
El presidente del despacho encargado de realizar el anuario, RR. de Acuña y Asociados, Fernando Rodríguez, ha explicado en rueda de prensa que se construyen 700.000 viviendas para una demanda de 400.000 y ha apuntado a una bajada de los precios del 1% anual dentro de cuatro años, porque "se podrán dar las circunstancias para ello".
Sin embargo, el presidente de RR. de Acuña y Asociados ha querido dejar claro que "las caídas dependerán de lo que dure este periodo depresivo" y ha rechazado que se vayan a producir descensos de la talla de los financieros en Bolsa. Y es que "para que la gente decida cambiar a la baja los precios" de una vivienda o una promoción "pasarán entre dos o tres años", porque la tendencia es que "aguanten", ha añadido.
Las promotoras venderán un 30% menos
El informe señala que el volumen de ventas que realizarán las promotoras inmobiliarias en 2008 será un 30% menor que lo que se contabilizó en 2004 y 2005. En este sentido, cabe destacar que el tiempo medio de venta de una vivienda desde que se comienza la obra pasó de 2,05 años de media en 2004 a 3,43 en 2006.
Con estas cifras, los expertos que han realizado el informe estiman que de las 60.000 promotoras que hay en España, para más del 35% de las mismas "va a ser muy difícil atender a sus obligaciones financieras".
Además, Rodríguez añadió que en los próximos años van a desaparecer tres de cada cuatro promotoras del mercado, para pasar de 60.000 compañías a 15.000, y matizó que "ya hay muchos cadáveres vivos" en este sector.