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INVESTIGACIÓN AL BBVA

El BBV gestionó sus cuentas secretas a través de una fundación en Liechtenstein

La última desviación de fondos fue realizada seis meses después de la fusión con Argentaria

La comisión ejecutiva del Banco de España adoptó el 15 de marzo el acuerdo de poner en marcha un expediente disciplinario al Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) y a dieciséis personas que habían sido miembros de la Comisión Delegada Permanente y otros consejeros o altos cargos, dos de los cuales ya han fallecido.

La decisión tuvo lugar exactamente catorce meses después de que los entonces presidentes del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, Emilio de Ybarra, y Francisco González, visitaran, la tarde del 19 de enero de 2001, el despacho del gobernador del Banco de España, Jaime Caruana.

Más información
Texto íntegro:: Acuerdo de apertura de expediente aprobado por la Comisión Ejecutiva del Banco de España

Francisco González había hablado antes de esa cita con el gobernador y le había puesto sobre aviso de que le informarían sobre un asunto muy delicado: la existencia de una trama de operaciones ocultas en el exterior. Estas habían comenzado durante el viejo Banco de Vizcaya y continuó con la gestión del Banco Bilbao Vizcaya. Durante trece años de intensa actividad, la trama exterior había arrojado unos beneficios extraordinarios de 37.850 millones de pesetas (227,5 millones de euros). Ese dinero fue ocultado a la contabilidad del viejo Banco de Vizcaya y, después, a la del Banco Bilbao Vizcaya. Los dos presidentes afirmaron que Ybarra había informado parcialmente sobre esas operaciones a González en septiembre de 2000, un año después de la fusión entre el BBV y Argentaria.

El acuerdo del viernes 15 de marzo (que se publica íntegro) siguió al informe de la inspección del Banco de España sobre la documentación aportada por el BBVA tras la reunión del 19 de enero entre los presidentes y el gobernador.

Según ese informe, al que EL PAÍS ha tenido acceso, firmado el 11 de marzo de 2002, el Banco Bilbao Vizcaya realizó sus actividades ocultas a la contabilidad interna sobre la base de dos patas: un trust en el paraíso fiscal de Jersey, Islas del Canal, el llamado T.532, y su correspondiente sociedad, Sharington Company Inc; y, la otra pata, una fundación, la Amelan Foundation, constituída en el paraíso fiscal de Liechtenstein. Estas dos estructuras sustituyeron a partir de finales de 1991 a otras cuatro sociedades de Jersey que habían desarrollado una primera fase de actividades en el exterior sin control institucional y contable desde España, entre 1987 y 1991.

En las dos fases diferenciadas, la actividad resultó intensa y, a juzgar por las cifras analizadas por la inspección, produjo beneficios extraordinarios que el BBVA afloró en su primer ejercicio de banco fusionado.

El informe de la inspección consta de 42 páginas y se extiende, incluyendo anexos documentales hasta la página 227.

Según el informe, recogido parcialmente en el acuerdo del día 15, los servicios de inspección "no han podido realizar aun una verificación de la evolución de los fondos de dicha estructura. Dicha verificación está pendiente de un trabajo previo de ordenación y validación que se ha encargado al BBVA en escrito de 24 de enero de 2002".

Según el informe, no se ha podido verificar las operaciones de otras dos estructuras (Amerit Foundation, otra fundación de Liechtenstein, y Ramina Trust, domiciliada en Islas Caimán), aunque las primeras estimaciones indican que están aparentemente inactivas. La mayor parte de las operaciones tuvieron lugar antes de la fusión entre el BBV y Argentaria. El BBV utilizó algunos fondos, por ejemplo, para operaciones en Venezuela y en México.

En el primer país citado, contribuyó con dos pagos por valor de algo más de 1,5 millones de dólares a la campaña electoral del candidato a la presidencia, Hugo Chávez, en diciembre de 1998, con el argumento de proteger los intereses de su entidad ante una eventual nacionalización bancaria. Para ello, el BBV decidió constituir un trust, el llamado T.541, con la compañía Excelsior cuyo beneficiario era el Banco Provincial de Venezuela. Se realizaron pagos de 525.586 dólares y 1 millón a la sociedad Concertina N.V. Sin embargo, según la inspección, el BBVA no ha aportado documentos sobre el destinatario último de estos pagos.

Una de las operaciones significativas, del orden de los 3.300 millones de pesetas, tuvo lugar en marzo de 2000, esto es, seis meses después que los dos bancos, BBV y Argentaria, ya estaban fusionados. Se trata de la constitución de 22 fondos de pensiones en Estados Unidos con la firma ALICO a nombre de consejeros del banco, que actuaron como fiduciarios para constituir los fondos. Este patrimonio fue reintegrado recientemente a España. De acuerdo con la inspección, cuyas conclusiones se recogen en el acuerdo, "según el señor Ybarra la constitución de esos fondos tenía como objetivo último adquirir una participación en Bancomer por cuenta de BBVA". Esta operación finalmente concluyó con éxito.

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