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La crisis del euro

Por qué no me fío de España

Los inversores extranjeros creen que el castigo va más allá de la especulación

David Fernández

Frenar una estampida de búfalos es casi imposible. Es más fácil (y práctico) intentar saber por qué corren. En los mercados pasa igual con las reacciones gregarias de los inversores. Tras el rescate de Irlanda la presión se ha trasladado a España y Portugal. La prima de riesgo española -rentabilidad extra que se exige al bono frente al bund alemán, considerado el más seguro- alcanzó está semana los 264 puntos básicos, récord desde que el país entró en el euro. Por su parte, el Ibex 35 perdió 24.816 millones de euros de capitalización bursátil en solo cinco sesiones, siendo los bancos el centro de la diana.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha lanzado un órdago: los que apuestan contra España están equivocados y perderán dinero. Los destinatarios de este mensaje son principalmente los inversores extranjeros, señalados como los culpables de llevar a las finanzas españolas a una situación difícilmente sostenible. ¿Hay motivos para este pesimismo? Los inversores foráneos admiten que en el ataque a España hay ciertas dosis de especulación, pero advierten que la presión también obedece a la persistencia de importantes desequilibrios en la economía española.

"Cuando no hay confianza se abre la puerta a la especulación"
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"España está en una situación de riesgo", destaca Mark Chambers, director de ventas de MAN Group, la mayor gestora de hedge funds (fondos de alto riesgo) del mundo. "El mercado percibe que su posición es más débil que la de otras economías europeas. Italia, por ejemplo, tiene un problema de endeudamiento similar pero no sufre la misma presión. Por tanto, en el caso de España se trata de una cuestión de confianza. Y cuando no hay confianza se deja la puerta abierta a la especulación", añade Chambers.

"El estilo de MAN no es hacer dinero con las desgracias ajenas. Lo que ocurre es que nuestros fondos están diseñados para seguir las tendencias del mercado. Creemos en la eficiencia de este para encontrar un valor justo a los activos. Por tanto, ponerse corto es una estrategia legítima. Otra cosa diferente es tratar de manipular al mercado. Nosotros lo único que hacemos es gestionar de la mejor manera posible el dinero de nuestros clientes, entre los cuales también hay inversores españoles", concluye Chambers.

La crisis de los países de la periferia europea ha llevado a muchas instituciones a limpiar sus carteras de emisiones realizadas por estos países. El equipo de estrategia Lombard Odier, liderado por Paul Merson, reconoce que actualmente no poseen ningún bono de los países PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y España). En el caso de deuda corporativa española, el banco privado suizo solo conserva una pequeña cantidad de bonos de Telefónica. "Por ahora, es el único riesgo en España que estamos dispuestos a asumir".

Los expertos de Lombard Odier piensan que sería "demasiado optimista" pensar que España no comporta riesgo alguno. En su opinión, la economía presenta dos graves problemas. La primera señal de alarma la detectan en el sector financiero. "Algunos bancos pueden estar en una situación mucho más difícil de la prevista tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y de crédito que ha vivido el país", señalan. En segundo lugar, les preocupa la situación del déficit público y del déficit por cuenta corriente. "España presenta claramente dificultades en el lado soberano. Su necesidad de financiación externa para afrontar sus problemas explica por qué hay presión sobre los tipos de su deuda", justifican.

En plena tormenta, cerca de 200 inversores internacionales se reunieron el lunes y martes pasado en Madrid en el Spain Investors Day. Exane BNP Paribas fue uno de los organizadores del evento. Vincent Rouviere, responsable de renta variable de esta firma, reconoce que en los encuentros entre inversores y empresas algunas preguntas giraron en torno a un posible rescate de España. "En el mercado español hay algunas oportunidades de inversión, pero eso a veces no es suficiente. La buena valoración de un activo tiene que coincidir con el momento adecuado. En el mercado todavía pesan algunas preocupaciones como el impacto de la reforma laboral, el futuro del sistema de pensiones, la corrección del déficit...", comenta. Rouviere destaca lo importante que es la transparencia en una crisis: "Los inversores no quieren que les digan que no hay riesgos porque no se lo van a creer. Lo que quieren es entender cuáles son los riesgos para luego decidir si los asumen o no en sus estrategias".

First State es una de las principales gestoras de fondos de Reino Unido. Desde hace un año su exposición a España es casi nula. Uno de sus gestores, Perry Winfield, participó en los encuentros con compañías españolas. "¿Si habrá un rescate? Evidentemente, hay un riesgo que se está reflejando en el precio que fija el mercado para la deuda pública", admite. Las mayores dudas que le suscita la situación española son la refinanciación de la deuda y la debilidad de la demanda doméstica. "Sin embargo, la situación es diferente de la de Grecia e Irlanda. España es una economía mucho más grande y el agravamiento de su situación sería un problema para Europa y para el euro", según Winfield. Para invertir en una compañía española, First State exige que cotice con descuento frente a opciones similares. "Ante una valoración similar, apostamos por valores de otros países".

Hablar en estos momentos sobre España es algo que incomoda a muchos miembros del mercado y piden permanecer en el anonimato. "Mi impresión tras ver a las empresas españolas en el evento de Madrid es que bancos y cajas son demasiado optimistas en relación con sus perspectivas de 2011. Yo no espero una gran recuperación del sector financiero. En otros sectores, sin embargo, las empresas están en mejor situación para afrontar el futuro ya que no están tan ligadas al negocio doméstico", comenta el representante de una gestora francesa.

"España no es Irlanda ni Portugal. Puede que el mercado no esté haciendo un buen trabajo a la hora de diferenciar la situación de cada país, pero las incertidumbres van a seguir. Tenemos una exposición muy limitada a España porque vemos mayor potencial de crecimiento en otras economías. Además, el nivel de endeudamiento público y privado sigue siendo muy alto, y está por ver el resultado de las reformas", indica el gestor de un gran banco de inversión estadounidense.

Cómo se ceba la bomba bajista

El mercado suele ser inmisericorde cuando detecta debilidad en un determinado activo, ya sea este acciones, bonos, divisas o materias primas. En mayo pasado los inversores, al observar la fragilidad de las cuentas públicas, presionaron de tal forma a la deuda pública griega que los diferenciales con las emisiones más solventes como la alemana se ampliaron de tal forma que forzaron a Atenas a aceptar un rescate al impedir una financiación sostenible. El mismo esquema (con el mismo éxito) se repitió en el caso irlandés y ahora se está escenificando con los otros dos países periféricos que quedan: España y Portugal.

Daniel Pingarrón, estratega de mercado de IG Markets, cree que la situación que atraviesa España se debe fundamentalmente a la presión de los inversores de carácter más especulativo. En un informe distribuido a sus clientes esta semana describe cómo es el procedimiento de estos predadores. En primer lugar, según Pingarrón, un grupo de fondos, de gran tamaño y sofisticación se coordina para provocar un triple ataque: posiciones cortas (se piden prestados títulos para venderlos y comprarlos luego más baratos) en los valores bancarios de los países con dudas (en el caso español especialmente Santander y BBVA por su gran liquidez); compra de seguros contra impago de deuda (CDS por sus siglas en inglés) de los bonos problemáticos; y venta de futuros de esos mismos bonos.

"Estas tres acciones, que se realizan de manera apalancada para mover así un nominal más elevado, contribuyen a que cunda el pánico, pánico que es recogido por los inversores convencionales o minoristas, agravando con ello el castigo", explica el experto de IG Markets.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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