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El FMI acusa a la banca de frenar la salida de la crisis por no dar créditos

Claudi Pérez

Islandia, uno de los países más azotados por la crisis, registra un fuerte incremento de los embarazos. En Italia sucede algo parecido. Hay análisis económicos para casi todo -un club inglés llegó a usar uno de esos trabajos para decidir a qué lado debían tirar los penaltis sus futbolistas en una final; perdió-, y en esa línea está bastante documentado el hecho de que las recesiones serias provocan retrocesos en las tasas de fertilidad. Esta vez es diferente, parece que el desempleo tiene efectos balsámicos sobre las cifras de embarazos. Y puede que los bancos contribuyan a afianzar esa tendencia: el Fondo Monetario Internacional (FMI) acusó ayer al sector financiero de poner en peligro la recuperación si persiste la falta de crédito.

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La reunión de otoño del FMI arrancó ayer en Estambul con un mensaje de confianza tan matizado, con tantos peros, que cuesta creer la frase con la que abrió fuego el Fondo: "La economía ha dado esquinazo a la crisis". Es cierto que las Bolsas llevan meses de subidas, que los países emergentes crecen y que las turbulencias amainan. Sin embargo, el riesgo de que llegue una segunda oleada de crisis de la mano del sector financiero es importante.

Tipos más altos

"Los canales del crédito aún están dañados", señala el FMI. En la eurozona, la diferencia entre el crédito que ofrece la banca y el que se demanda es del 3%. En algunos países esa brecha llega al 15%.

Los préstamos continúan contrayéndose en las grandes economías, lo que pone en apuros a las empresas y dificulta el consumo. La propia salida de la crisis comporta desafíos: los bancos centrales han avisado de que subirán los tipos más pronto que tarde. Eso supondría créditos más caros.

La mejoría en los mercados permite al Fondo rebajar sus estimaciones de pérdidas para la banca, que ascienden ahora a 3,4 billones de dólares en 2007-2010, frente a los 4,1 billones anteriores. Pero buena parte de la basura tóxica no ha aflorado aún: hasta 2011, la banca -en especial, la europea- debe encarar depreciaciones por 1,5 billones.

El paro y la crisis inmobiliaria pueden generar un alza de la morosidad en la eurozona. En el caso español, Viñals -ex subdirector del Banco de España- subrayó que el flanco más vulnerable es el elevado crédito a inmobiliarias y promotoras. "Ésa es una gran preocupación", admitió.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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