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Las consecuencias de la crisis

La caída de precios dificulta aún más la negociación colectiva

Los sindicatos insisten en subidas salariales superiores al 2%

Manuel V. Gómez

El camino que ha llevado a España de la inflación a la incipiente deflación ha convertido la negociación colectiva -léase básicamente salarios- en una olla a presión. Y como los precios van a continuar cayendo, al menos durante varios meses más, no parece que la tensión se vaya a aflojar. Más bien, al contrario. Los sindicatos siguen defendiendo subidas salariales por encima del 2%. La patronal, por su parte, ha recomendado que las revisiones de los sueldos este año no superen el 1%.

Enrocadas ambas partes, hace apenas un mes, sindicatos y empresarios, tuvieron su primer fracaso negociador sonado en años. No llegaron a un acuerdo para renovar el acuerdo que sirve de guía para la renovación de los convenios colectivos. Y el principal escollo fue el salarial. Con cada nuevo dato del índice de precios al consumo que se publica, ambas partes ven cómo se refuerza su postura. Ayer, al conocerse el dato armonizado (caída del 0,1%), no fue una excepción.

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"Nuestra posición sirve para mejorar la demanda", afirma el secretario de Acción Sindical de CC OO, Ramón Górriz, "no estamos ante una crisis de oferta, sino de demanda. Y si bajan los salarios, vamos a peor". Su homólogo en UGT, Toni Ferrer, defiende que "la política salarial tenga en cuenta todo el ciclo". Es un claro ataque a la posición empresarial pues hasta este año las subidas salariales acordadas superaban el 2%.

Sin embargo, ésta no es una posición sindical, no es una posición cerrada cuando se baja a casos concretos. Ahí está el caso de Seat. Los trabajadores del fabricante de automóviles, a propuesta de UGT, aprobaron congelar sus sueldos este año para optar a la fabricación de un nuevo modelo y conservar así 1.500 puestos de trabajo. Pero tanto Górriz como Ferrer recuerdan que esto es un caso, y que si bien sus sindicatos se muestran flexibles en lo concreto, su postura se mantiene en lo general.

La CEOE, enfrascada en la preparación de la asamblea que reelegirá a Gerardo Díaz Ferrán como presidente el próximo jueves, no quiso ayer reiterar su posición oficialmente. Pero no es difícil concluir que el dato de ayer le servirá para reforzar su posición. Si cuando el IPC se movía en el 0,8% y 0,7% rechazaba subidas salariales del 2% -incluso no costaba encontrar entre sus filas partidarios de la congelación salarial- ¿por qué no hacerlo con más fuerza ahora que la deflación asoma la cara? Y más, si se tiene en cuenta que la situación económica no mejora y los beneficios empresariales se resentirán.

Con este escenario, la esperanza de que pasada la asamblea de CEOE y el congreso de UGT (ambos eventos se celebran esta semana) se pudiera retomar la renovación del acuerdo de negociación colectiva -insuflando de paso algo de oxígeno al maltrecho diálogo social con el Gobierno- se aleja.

En favor de la tesis patronal, se expresa Juan José Toribio, director de la escuela de negocios, IESE: "En estas condiciones se impone la no subida, que significa subida de salarios reales". Para él, mantener el aumento de los sueldos acabará por traducirse en más paro. Sobre todo, entre aquellos que tienen contratos más precarios. La misma tesis está implícita en el discurso de Carlos Maravall, de AFI. "En el mercado laboral español, el ajuste llega vía empleo, no salarios".

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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