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La disputa franco-alemana por Airbus se agudiza

Francia y Alemania aparcaron ayer las cautelas y se lanzaron miradas desafiantes en torno a la crisis de Airbus y el plan de restructuración del constructor de aviones europeo, que se saldará con la desaparición de unos 10.000 puestos de trabajo. El aplazamiento, el lunes, de la puesta en marcha del llamado Power 8, destinado a recortar gastos y relanzar una empresa que, entre otras cosas, debe pagar aún la factura de los retrasos en las entregas del avión gigante A380, está poniendo en evidencia las discordancias entre París y Berlín.

Mientras París, en plena campaña electoral, no quiere ni oír hablar de despidos, Berlín se muestra satisfecho con la rapidez con que la dirección del consorcio EADS, la casa madre de Airbus, ha realizado el Power 8 que hubiera debido ser presentado ayer.

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¿Cuál ha sido la razón de fondo de este aplazamiento? El primer ministro francés, Dominique de Villepin desveló ayer parte del problema. Airbus, dijo, piensa eliminar 10.000 puestos de trabajo y el Gobierno francés no permitirá "despidos en seco", es decir, sin alternativas para los afectados.

El acuerdo, adelantó Villepin, se tomará previsiblemente el viernes en el encuentro en Berlín entre el presidente Jacques Chirac y la canciller Angela Merkel, con la que Villepin dijo haber hablado ayer. La solución, añadió el primer ministro, debe ser "aceptable para unos y otros" ya que éste es un asunto "que queremos tratar al más alto nivel".

La respuesta no tardó en llegar desde la capital alemana. "Desconocemos de dónde ha sacado el señor Villepin la cifra de 10.000 despidos, porque EADS todavía no ha tomado ninguna decisión" y hablar de cifras es "entrar en el terreno de la especulación", dijo el viceportavoz del Gobierno, Thomas Steg. "Esperamos", añadió, "que se tome con total responsabilidad y sin presiones de un plazo determinado".

Steg quiso dejar claro que para Berlín se trata de "una decisión empresarial y no política" y que el Gobierno alemán, pese a su interés en preservar el empleo, no intervendrá, ya que lo importante es garantizar la competitividad a largo plazo del consorcio aeroespacial europeo.

Según Steg, la cifra de 10.000 podría provenir de los sindicatos de Airbus. Tampoco será el tema más importante del encuentro entre Chirac y Merkel, añadió el portavoz.

Poco antes, en Francfort, el copresidente alemán de EADS Tomas Enders se había pronunciado en el mismo sentido. Y, en París, el titular de Economía y Finanzas, Thierry Breton, pareció matizar a Villepin cuando aseguró que será el consejo de administración de EADS el que tome todas las decisiones "y nadie más". La titular de Defensa, Michèle Alliot-Marie, quiso ser equidistante. Hay que tener en cuenta la lógica empresarial, pero también es necesario preservar los intereses nacionales, por lo que propuso un arbitraje.

El Power 8 contempla una racionalización de las cadenas de producción de los distintos modelos de Airbus, que hasta ahora se repartían por criterios más nacionalistas que empresariales.

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