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El ascenso de Goirigolzarri consolida la continuidad

Íñigo de Barrón

La elección de José Ignacio Goirigolzarri como consejero delegado del BBVA deja consolidada la continuidad de la estrategia de gestión de la entidad marcada por el equipo del que él mismo formaba parte como director general responsable de banca minorista de España y Latinoamérica. Pero es algo más. En realidad, tras su incorporación al consejo de administración, se puede decir que es el primero que puede presumir de tener el marchamo de BBVA, aunque su pedigrí haya que buscarlo en el antiguo BBV (o del Bilbao, si se quiere ir más lejos). Pero durante el periodo de transición, este hombre, crecido en la banca en las cercanías de Pedro Luis Uriarte, se ha ganado también la confianza de Francisco González, que ahora le concede la responsabilidad ejecutiva. Cuentan algunos que estando González en Argentaria, ya eran frecuentes las alabanzas a Goirigolzarri.

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El nuevo consejero delegado, que ha sido el ejecutivo que ha desarrollado el concepto de banca comercial diseñada por Uriarte, estaba en el punto de mira de otras entidades financieras. De hecho, en el banco se sabía que contaba con una oferta de la BBK encima de la mesa para presidir la caja de ahorros vasca. Y es que en el campo que maneja Gorigolzarri, que es el principal negocio del banco, 'el BBVA se ha distinguido como uno de los bancos más eficientes de Europa', comenta un experto de una firma de bolsa.

Aún así, los expertos coinciden en que la marcha de Pedro Luis Uriarte y la presidencia única de Francisco González abren una nueva etapa en el BBVA. A su juicio 'la marcha de Uriarte es una pérdida clara para la entidad, ya que no sería exagerado considerarle como uno de los mejores gestores bancarios de Europa'.

A pesar de que la valía de Goirigolzarri no se pone en duda, el reto al que se enfrenta no es baladí. Por un lado, 2002 será un ejercicio marcado por la incertidumbre, lo que dificultará en extremo su tarea a la hora de presentar objetivos anuales. En el banco no se cuestiona que la situación económica impide realizar predicciones a más de un año. El BBVA anunció que incrementará un 16% el beneficio de 2001, pero ahora baraja una reducción de esta tasa para 2002.

Otro reto de Goirigolzarri será mantener los ratios de rentabilidad y solvencia que tiene ahora el BBVA. Al contrario que Uriarte, que encontró un banco desunido y en una situación económica débil, su sustituto lo hereda en posiciones líderes y no será tarea fácil llevarlo más lejos con el viento en contra.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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