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JUNTAS DE LOS DOS GRANDES BANCOS

El BSCH afronta el ejercicio de 2001 con el reto de consolidar su expansión internacional

El Banco Santander Central Hispano (BSCH) irrumpió en el mercado a principios de 1999. La fusión de Santander y BCH fue una bomba en el sector bancario. Un matrimonio tras un rápido noviazgo guardado en el mayor de los secretos. Tres de los bancos señeros de España -cuatro, incluyendo Banesto, bajo el control del Santander- se unían en uno dando un avance más, y no definitivo, en el proceso de integraciones de la banca española. Han pasado dos años largos desde entonces. La entidad, bajo la presidencia de Emilio Botín y José María Amusátegui, ha ido creciendo, con una fuerte expansión en Latinoamérica, una política de alianzas en Europa y una apuesta decidida por Internet, sin olvidar la banca tradicional. Precisamente en este ejercicio, último en el que estará Amusátegui como presidente, trata de consolidar estos desafíos.

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- Unificación de marcas comerciales. Una de las principales tareas del BSCH es la unificación de marcas comerciales. Este banco ha implantado un modelo que se estudia en las escuelas de gestión por mantener tres marcas comerciales -Santander, BCH y Banesto- compitiendo entre sí. Los analistas creen que esta decisión fue un acierto, en su día, porque el ciclo económico era boyante. También creen que era la única posibilidad porque la entidad no disponía de una plataforma informática para las tres redes. Ahora, los expertos consideran que es difícil afrontar el futuro sin integrar las marcas. De lo contrario, seguirá la autocompetencia, que beneficia a los competidores, y no habrá recortes de costes. Los analistas coinciden en señalar que la red del BSCH tiene exceso de oficinas, ya que tiene 1.630 más que el BBVA con la misma cuota de mercado en créditos. La unificación de marcas supone apostar por un solo nombre comercial. Es una decisión peliaguda en cualquier fusión, por lo que el mercado cree que no se abordará hasta la marcha de Amusátegui. Las apuestas entre los analistas están claras: la mejor marca es la del Santander, un nombre histórico ligado a la familia Botín, ajeno a crisis bancarias del pasado y considerada una entidad agresiva.

- El futuro de Patagón. Junto a las marcas, está la presencia en Internet. Patagón, el portal financiero del grupo, ha cerrado el año con 6.700 millones de pesetas de pérdidas, que se acumulan a los números rojos que desde hace más de siete ejercicios arrastra Open Bank, su embrión bancario en España. El BSCH adquirió el 100% de Patagón, con un coste de cercano a los 106.000 millones. Como la mayoría de las adquisiciones realizadas con el boom de Internet, su valoración es considerada hoy exorbitante, aunque los expertos reconocen que 'en aquel momento el banco tenía que hacer algo en Internet'. Ahora el BSCH está potenciando las páginas web del grupo, en las que ya cuenta con 536.000 clientes, frente a los 106.000 de Patagón. Emilio Botín ha rebajado su entusiasmo por la Red y ya no habla de 'arrasar en Internet', como hizo un año antes.

- América Latina. En los dos años de fusión, el BSCH ha invertido 9.300 millones de dólares (1,67 billones de pesetas) en América Latina, en donde cuenta con 15 bancos. Su posición es única y superior a la de su rival, el BBVA. Ha lanzado una OPA sobre el 100% del brasileño Banespa, entidad con la que se convertirá en el tercer grupo bancario privado del país. Tras este proceso, el BSCH habrá invertido 5.018 millones de dólares (0,9 billones de pesetas) en Banespa, por el que ha pagado tres veces más de lo que estaba dispuesto a hacer ninguna otra entidad brasileña.

- Cúpula directiva. El llamado G-4 -formado por Amusátegui, Botín, Corcóstegui y Matías Rodríguez Inciarte, también vicepresidente- ha jugado un papel fundamental en la exitosa gestión del día a día del grupo, como lo prueba el hecho de que el beneficio neto atribuido haya crecido un 81% en sólo dos ejercicios. También se ha encargado de la coordinación de la cúpula directiva. Tras la marcha de Amusátegui, que se ha ocupado de este aspecto, se remodelará el G-4 y sus funciones. Botín, que ha encontrado una conexión total con su compañero de cargo en los dos años pasados, quedará como único presidente y Corcóstegui continuará como primer ejecutivo. En la junta del sábado se espera que Corcóstegui presente el plan del BSCH para los tres próximos años, con ambiciosos objetivos. Será su reto personal.

En este banco, además, se han encontrado primeros espadas de la banca española, algunos de ellos compañeros en el antiguo Vizcaya, donde fueron los jóvenes leones del fallecido Pedro Toledo. Es el caso de Alfredo Sáenz, a quien Botín enconmendó la presidencia de Banesto y le dio un puesto en el consejo; de Francisco Luzón, actual responsable de América Latina y también consejero del BSCH, fichado para el Santander tras ser destituido de la presidencia de Argentaria por el Gobierno del PP, y de Corcóstegui, a quien Amusátegui encargó reflotar el BCH bajo la supervisión del Banco de España. Hoy, el más joven de todos, Corcóstegui, está al mando del día a día. En otro banco.

Movimientos en el grupo industrial

Durante el presente ejercicio, el BSCH puede abordar algunas operaciones importantes en el área industrial, que aportó principalmente el antiguo BCH. Precisamente, la eléctrica Unión Fenosa, que preside Amusátegui, puede encaminarse hacia la integración de una gran entidad energética con la petrolera Cepsa, participada por el banco y la francesa TotalFinaElf. Otra puerta abierta es la compra del 10% de Auna, la empresa de telecomunicaciones en donde está presente Endesa, Retevisión y Telecom Italia, y que es el antagonista de Telefónica, donde está presente el BBVA. Fuentes bancarias creen que si el BSCH vende el 2,85% de Vodafone, el grupo se mantendrá en el sector de las telecomunicaciones, aunque para ello tenga que desembolsar más de 350.000 millones de pesetas. Pronto moverá ficha. En el sector de construcción, el banco controla Dragados, una de las empresas señeras en este campo y que preside Santiago Foncillas, también vicepresidente del banco, cargo éste que deberá dejar en octubre de este año por cumplir 72 años, a no ser que se modifiquen los estatutos. De Dragados se ha especulado mucho sobre una posible fusión. De hecho, estuvo a punto de hacerlo con Sacyr, en una operación que se fue al traste.

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