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Patrimonio Nacional también desahucia a Arturo Fernández

El presidente de la patronal madrileña deja en la calle a 3.500 socios de un club recreativo

Un operario de Patrimonio Nacional coloca candados a la entrada del club La Playa de Madrid.
Un operario de Patrimonio Nacional coloca candados a la entrada del club La Playa de Madrid.Claudio Alvarez

Dos operarios de Patrimonio Nacional colocan candados en cada puerta de La Playa de Madrid, un club recreativo pegado al hipódromo de La Zarzuela. Cuatro agentes de la Policía Judicial entraron a media mañana con la orden de desahucio. El monitor de patinaje sobre ruedas logra salvar los patines y el resto del material antes de que se precinte la finca. Los trabajadores del Grupo Arturo, el consorcio del presidente de la patronal madrileña, Arturo Fernández, hacen un último servicio a la empresa y cuelgan un cartel en la verja de la entrada: "Por causas ajenas a la dirección la instalación Playa de Madrid permanecerá cerrada hasta nuevo aviso".

Esas causas ajenas no lo son tanto. Según fuentes internas, el Grupo Arturo, debe dos años de alquiler a Patrimonio Nacional, el propietario del suelo sobre el que se extienden cinco piscinas, pistas de pádel, de tenis, frontón y minigolf. En total, 800.000 euros. El arrendatario dio un ultimátum el pasado junio: Patrimonio Nacional esperaría a cobrar hasta el 30 de octubre. Desde la empresa no hubo comunicación formal. Los diez empleados se enteraron ayer cuando vieron llegar a los coches policiales. Los 3.000 socios que se quedan en la calle después de haber pagado sus cuotas, trimestrales o de todo el año, tampoco sabían nada. 

Javier pagó 643 euros por su derecho a entrada, el de su mujer y las dos niñas. Las actividades van aparte. "Sabíamos de las deudas con proveedores, desde que entró Arturo en la gestión, subió las cuotas y dejó de invertir en las instalaciones. Como mucho, se pintaban las pistas, se hacían chapuzas. Las novedades prometidas no acabaron de llegar", asegura este socio que acumula 25 años de ocio familiar en La Playa.

La sociedad recreativa languidece desde los años 80 cuando era propiedad de Telefónica y llegó a sumar 7.500 socios. Entre las pocas inversiones de los últimos meses, un castillo hinchable que hizo fortuna entre los más pequeños. La empresa instaladora también está a la cola para cobrar. 800 euros. Lo tendrá difícil, el conglomerado del presidente de la patronal madrileña presentó esta semana concurso de acreedores. 

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