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“Romper la cabeza” por un parking

La Audiencia Provincial condena al alcalde de Fresnedillas por amenazar a un vecino en las obras de un polémico aparcamiento

Aparcamiento nuevo de Fresnedillas de la Oliva.
Aparcamiento nuevo de Fresnedillas de la Oliva.

La primera colisión en el aparcamiento subterráneo de Fresnedillas de la Oliva (unos 1.500 habitantes) no fue entre vehículos. En las obras del estacionamiento que se inaugurará en verano, visto como una apuesta medioambiental para el Ayuntamiento y como un gasto innecesario para la oposición, discutieron el alcalde, Antonio Reguilón (PP) y tres vecinos. La Audiencia Provincial ha confirmado la sentencia del Juzgado de San Lorenzo de El Escorial que consideraba al alcalde autor de una falta de maltrato y otra de amenazas por empujar a un vecino el 7 de marzo del año pasado y decirle: "Te rompo la cabeza".

El vecino es David San José. Este fotógrafo de 39 años cuenta que su amigo, Fernando Morante, de 40 años, fue a hablar con el alcalde a raíz de unas encinas centenarias que habían cortado para construir el aparcamiento. “Yo llegué después, pero apenas hablé con él”, explica San José, que reconoce haberse reído con “chascarrillos ácidos” de las explicaciones que Reguilón daba para justificar las obras. “Él se fue encendiendo y, cuando ya nos íbamos para casa, me empujó por la espalda. Cuando me paré para preguntarle que por qué lo había hecho, me dijo dos veces que iba a romperme la cabeza”, asegura el fotógrafo.

Reguilón, condenado a cuatro días de localización permanente y 15 días de multa con cuota diaria de seis euros (90 euros), habla de un juicio de faltas “que no tiene mayor importancia”. El alcalde cuenta que los dos vecinos y la pareja de San José fueron a increparle. “Uno de ellos me estaba hablando a un milímetro de la cara. Lo único que hice fue desembarazarme de un brazo y la juez tomó lo que dije como una amenaza”.

El alcalde lo considera un juicio de faltas que "no tiene mayor importancia"

“Yo no denuncié, pero al día siguiente vino la Guardia civil a mi casa a decirme que tenía una denuncia del alcalde por insultos y amenazas”, cuenta el fotógrafo. San José asegura que le advirtieron sobre la supuesta tendencia del alcalde a denunciar de forma falsa y decidió grabar la conversación. “¿Quién va por la calle grabando a las personas? Yo no voy así por la vida. No estoy de acuerdo con la sentencia pero tengo que respetarla”, sostiene Reguilón.

El motivo de la discordia es el aparcamiento subterráneo, costeado por la Comunidad a través del Plan Prisma de infraestructuras. María de Lurdes Pereira, concejal del PSOE, denuncia el “gasto inútil” de 1,1 millones de euros en estas instalaciones, que acogerán 50 vehículos. El Ayuntamiento asegura que la cifra no ha llegado a los 700.000 euros. “Habíamos usado para gastos corrientes unos 300.000 euros de los 1,4 millones que Fresnedillas podía solicitar para infraestructuras. El parking apenas superó los 600.000. Podemos pedir todavía casi medio millón, posiblemente para gastos, porque no tenemos actividades planificadas”.

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El alcalde justifica el aparcamiento como parte de un plan de desarrollo sostenible para fomentar el turismo, que según sus datos alcanza 1.500 visitas mensuales. Reguilón presume de las rutas naturales del pueblo y su Museo Lunar. “Queremos que la gente no meta los vehículos por estos caminos y cojan nuestras bicicletas eléctricas”, asegura el regidor, que califica el museo de “tremendo éxito” y habla de restaurantes llenos los fines de semana. Por su parte, la concejal socialista sostiene que el museo “solo es una casita de madera donde se siguió la llegada del hombre a la luna”, que “no viene tanta gente a comer” y que su grupo demostró lo prescindible del aparcamiento. “Probamos que esos 50 coches se podían dejar en el solar del estacionamiento sin necesidad de hacerlo subterráneo”.

Fresnedillas, el pueblo de la Comunidad de Madrid con mayor porcentaje de población inmigrante en 2012 (un 40,3% y 27 nacionalidades diferentes), tiene ahora un 33% de extranjeros. El alcalde reconoce un agujero en las arcas públicas superior al millón de euros. “Con todo lo que no nos cuentan la deuda roza los dos millones. No tenemos las calles bien asfaltadas, en algunas no hay alcantarillado, el alumbrado brilla por su ausencia y hay cables colgando”, denuncia Pereira, que habla de falta de limpieza. “Con nuestros medios, es de los pueblos más limpios de la región”, replica el alcalde.

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