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El CES vasco pide la obligatoriedad del código de buenas prácticas bancarias

Entre 2006 y 2011 uno de cada tres hogares vascos tenía un crédito en vigor. Uno de cada diez utilizaba para ese fin más del 40% de su renta disponible.

Pedro Gorospe

El Consejo Económico y Social (CES) vasco ha recomendado esta mañana transformar la voluntariedad de cumplir el Código de Buenas práctica Hipotecarias, en obligatoriedad, habida cuenta de la desproporción entre los derechos de las entidades financieras y las de los ususarios de créditos bancarios. Desde su puesta en marcha el código de buenas prácticas se limitó básicamente a deudores hipotecarios sin empleo ni otros ingresos. Una barrera demasiado alta cuado las situaciones familiares de insolvencia son mucho más amplias. Entre 2006 y 2011 uno de cada tres hogares vascos tenía un crédito en vigor, y uno de cada diez utilizaba para ese fin más del 40% de su renta disponible.  El CES considera que el concurso de acreedores existente en el Estado resulta escasamente utilizable como figura para una solución equilibrada de la insolvencia de las personas. "La falta de una reglamentación específica aplicable a deudores individuales, similar a la existente en otros países de nuestro entorno, pone de manifiesto la necesidad de abordar un tratamiento integral de esta cuestión", ha dicho su presidente José maría Otaegi durante la presentaciónd el informe.

El trabajo presentado por el CES contextualiza este problema en el tiempo, analiza los cambios producidos al respecto en el ordenamiento jurídico y compara la situación con la de otros países europeos, como Alemania y Francia. Según el informe, en 2008, por ejemplo, el endeudamiento de los hogares españoles en términos de PIB superó el 81%, frente al 53% de media en la eurozona.  Durante los primeros diez años de este siglo, el parque de viviendas en la CAPV aumentó un 16%; cuatro veces más que el incremento de la población vasca.

El endeudamiento de

El informe describe cómo surgió la crisis en ese contexto. Entre 2006 y 2011, un tercio de los hogares vascos tenía un préstamo o crédito en vigor, destinado, en su mayoría, a la adquisición de vivienda. Se estima que uno de cada diez hogares con crédito destina el 40% de los ingresos de la familia al pago de los préstamos hipotecarios; una situación que supone un endeudamiento excesivo. Mientras en Europa (UE-27), el endeudamiento de los hogares creció un 5,4% entre 2003 y 2011, es España fue del 12,1%, el mas alto, y el más bajo a Alemania con el 0%. El crecimiento de la deuda privada en Euskadi también fue importante, pero inferior a la media española.  La pérdida de la vivienda habitual es la consecuencia más grave del sobreendeudamiento familiar.

Un estudio de campo que el CES ha realizado en colaboración con el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, en el que se han revisado más de 400 expedientes de ejecución hipotecaria entre 2009 y 2012, confirma que la mitad se corresponden con una garantía que es la vivienda habitual del deudor. Este orden de magnitud es un valor mínimo (existe un porcentaje que no se ha podido asignar), y está alineado con el del Colegio de Registradores de la Propiedad, Bienes Inmuebles y Mercantiles de España: 62% en 2012.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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