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Madrid aguarda a sus líderes

A menos de año y medio para las elecciones autonómicas de 2015 la incógnita de quiénes encabezarán los proyectos políticos de PP, PSM, IU y UPyD sigue sin resolver El frente interno espera con varios pulsos que se prometen tensos

Ignacio González, en el último debate del estado de la región en la Asamblea de Madrid, con Tomás Gómez, Gregorio Gordo y Luis de Velasco en sus escaños.
Ignacio González, en el último debate del estado de la región en la Asamblea de Madrid, con Tomás Gómez, Gregorio Gordo y Luis de Velasco en sus escaños.SAMUEL SÁNCHEZ

Consumida más de la mitad de la legislatura, la incertidumbre es el común denominador de la arena política madrileña. A falta de menos de año y medio de las elecciones autonómicas y municipales PP, PSM, IU y UPyD —con otros partidos, como Equo, sin presencia en la Asamblea de Madrid pero cada vez más activos— deberán resolver unas cuitas internas que se antojan decisivas en el reparto de poderes que deje 2015. Haciendo buena la máxima de Giulio Andreotti —“Hay amigos íntimos, amigos, conocidos, adversarios, enemigos, enemigos mortales y... compañeros de partido”—, la prioridad de todos pasa por la elección de un cabeza de cartel en un proceso, ya sea por primarias, por razones de jerarquía o por dónde soplen las encuestas de intención de voto, que promete una montaña rusa, de tensión y crudeza interna, tanto en el proceso de selección de los candidatos como de las listas electorales y sus equilibrios de poder.

Hoy por hoy, ninguno de los principales partidos tiene definido quién será su candidato. El presidente de la Comunidad, Ignacio González, continúa sin saber si contará con el respaldo de Mariano Rajoy en el principal feudo del Partido Popular, mientras se encona su enfrentamiento con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y mientras se extiende la sombra en torno a su ático en una urbanización de lujo en la costa malagueña.

Entretanto, el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, aguarda al Comité Federal del PSOE de mediados de este mes, en el que se conocerá el calendario de las primarias (nacionales y regionales), alimentando un hipotético pulso con su enemigo íntimo, Alfredo Pérez Rubalcaba, a la par que decide su estrategia para recuperar Madrid para la causa tras 20 años consecutivos de gobiernos de derechas.

Para que sea posible los partidos minoritarios serán esenciales, a la espera de ver qué frutos le da a IU su apuesta por la bicefalia buscada entre Gregorio Gordo en la Asamblea de Madrid y Eddy Sánchez, coordinador general desde hace más de un año y sin acta de diputado, dedicado a exponer su proyecto a las organizaciones sociales, vecinales y demás fuerzas tradicionalmente ignoradas por el establishment político. Todo ello, mientras las disensiones dentro de la formación se airean con especial virulencia en Rivas, la joya de la corona del poder municipal de IU y sin pacificar después de casi dos meses de hostilidades sin necesidad de salir del Ayuntamiento.

Aunque la situación es mucho más tranquila en UPyD, se aproxima el momento en que tendrá que aclarar la incógnita de si Luis de Velasco, a punto de cumplir 75 años, sigue siendo su portavoz en la legislatura siguiente. La ambigüedad que le achacan los demás partidos, que parecen haber asumido el cambio del statu quo forjado en los años ochenta tras la irrupción en 2011 de la formación magenta en el Parlamento madrileño —todos coinciden en no saber por “donde saldrá” el partido de Rosa Díez por más que se defina de centroizquierda y laico— se debería aclarar según se conformen las alianzas electorales.

A continuación desgranamos algunas de las claves que marcarán la política madrileña, en un año en el que los faroles se acaban y los dirigentes tendrán que poner sus cartas sobre la mesa:

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De izquierda a derecha en la cena de Navidad del PP de Madrid, Agustín Juárez (alcalde de Villalba), Ignacio González, Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre y Ana Botella.
De izquierda a derecha en la cena de Navidad del PP de Madrid, Agustín Juárez (alcalde de Villalba), Ignacio González, Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre y Ana Botella.ULY MARTÍN

El PP, a la contra... del PP. Las continuas reivindicaciones, con sus consiguientes choques, de González y por extensión del PP de Madrid con Génova y La Moncloa (sistema de financiación, déficit asimétrico, euro por receta, bajada de impuestos, defensa de una revisión del IVA cultural, etc) provocan la misma conclusión en los distintos responsables consultados: “No nos preocupa Tomás Gómez. Nos preocupan los nuestros”, en alusión a algunas políticas estatales. Pese a que prevé un crecimiento del PIB del 1,5% y a que aguarda una revisión del sistema de financiación en el segundo semestre del año, la espantada de Sheldon Adelson y El Dorado de Eurovegas y la imputación de Lourdes Cavero, esposa de González, por el ático de Estepona han dejado tocado al Ejecutivo madrileño. Los correos de Miguel Blesa cuando estaba a los mandos de Caja Madrid, y las últimas novedades del caso Gürtel, han añadido lastre. El proceso de privatización de la gestión de seis hospitales, que debería avanzar estos días, podría echarle más sal a la herida. Mientras, voces destacadas del PP regional se han desmarcado de la reforma de la ley del aborto propuesta por Alberto Ruiz-Gallardón, caso de la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, en las quinielas para subir de peldaño y obtener más responsabilidad (otra tapada sería Lucía Figar). La marejada coincide con el perfil bajo de Esperanza Aguirre. La presidenta del PP regional provocó el malestar de muchísimos diputados en su desmarque de Alberto López Viejo, imputado en Gürtel por su papel relevante en la organización de actos de la Comunidad por parte de Francisco Correa.

El PSM y sus primarias. La quinta victoria en cinco años en un proceso interno —un congreso extraordinario, dos ordinarios, las primarias de 2010 y un congresillo— confirmó a Gómez a principios de 2012 como un plusmarquista y superviviente de los test de liderazgo del PSM. Pero también corroboró la creciente oposición interna, ejemplificada en el 41% de apoyos que Pilar Sánchez Acera consiguió en tan solo 10 días de campaña. Un grupo al que desde entonces se han sumado adeptos, sobre todo a raíz de que Alcalá de Henares siguiera gobernada por el PP o por el conflicto interno en Alcorcón.

Si Acera dio entonces el paso adelante, falta por ver quién lo hará ahora de cara a unas primarias autonómicas, que distintas voces consultadas dan por hechas, capaz de aglutinar al sector crítico con el secretario general de los socialistas madrileños. El diputado nacional Pedro Sánchez, que se autodescartó de la carrera hace unas semanas, señaló una de las claves de esos comicios en caso de que finalmente se realizaran: que las primarias sean unas primarias abiertas, porque eso, en su opinión, “legitimaría aún más” al aspirante a presidir la Comunidad. El último congreso del PSOE dejó precisamente esta decisión a las Ejecutivas regionales, por lo que la última palabra la tendría Callao —es decir Gómez— y no Ferraz (Rubalcaba). De aplicarla, Gómez perdería control en el frente interno. Su renuncia como senador se interpreta como un gesto “por principios” y a la militancia. Sus detractores creen que “son fuegos artificiales con los que tapar su gestión como alcalde de Parla”.

Eddy Sánchez, coordinador general de IU.
Eddy Sánchez, coordinador general de IU.CARLOS ROSILLO

El salto de calidad de IU.La percepción de que IU podría obtener los mejores resultados de su historia en 2015, opción que ha dejado de ser considerada un acto de fe, se ha visto perjudicada en las últimas semanas por el sainete en que ha derivado la bronca interna de Rivas. Si a comienzos de diciembre el alcalde José Masa destituía a su concejal de Hacienda, Ana María Reboiro, la víspera de Nochevieja hizo lo propio con Pedro del Cura, responsable de Educación y coordinador municipal. El vodevil, originado a raíz de un informe de la Cámara de Cuentas crítico con la gestión de la Empresa Municipal de la Vivienda, ha terminado de dividir al grupo municipal de IU, en lo que se podría trasladar a la rivalidad entre Eddy Sánchez y Tania Sánchez Melero en el cónclave de hace un año en el que el coordinador general fue elegido con el respaldo del 51% de los delegados (404) acreditados.

UPyD, pieza de deseo. La formación magenta se distingue del resto de grupos políticos de Madrid por un detalle: todos la critican y todos la alaban. Eso sí, donde hace un año no había puentes entre los líderes de la oposición en la Asamblea, sobre todo entre Gómez con Gordo y Velasco, en los últimos meses se ha establecido cierta relación.

En UPyD se produce, además, otro hecho curioso. De Velasco es “republicano y de izquierdas” y David Ortega, el portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, es “monárquico”. Esta variedad ideológica alimenta las cábalas en torno al juego de alianzas que podrían dar de sí las elecciones de 2015. En lo que coinciden todos los grupos políticos es en que UPyD es, “de momento, inatacable” porque nunca ha gobernado, nunca ha cometido errores de gobierno e, incluso, aprovecha esa ventaja para dar golpes de mano bastante espectaculares. Por ejemplo, fueron los primeros en renunciar a los regalos y coches oficiales. “Esa medida teníamos que haberla tomado nosotros antes”, reflexionan en IU.

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