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Centros de decisión que se alejan

La crisis económica ha acelerado la búsqueda de capitales fuera de Euskadi Decenas de firmas han diluido o finiquitado sus vinculaciones con el País Vasco

Pedro Gorospe
Instalaciones de Guascor en el Parque Tecnológico de Miñano.
Instalaciones de Guascor en el Parque Tecnológico de Miñano.l. rico

Euskadi suma importantes firmas en su tejido industrial, pero ha albergado en su seno muchas más grandes ideas y realizaciones para crear riqueza. Muchos proyectos de éxito han pasado de tener capital mayoritariamente vasco a ser más castellanas o catalanas, cuando no directamente brasileñas, chinas, indias o norteamericanas.

Las razones por las que estas empresas han tenido que modificar sustancialmente la composición de sus Consejos de Administración, aunque no en todos los casos sus centros de decisión se hayan alejado definitivamente de la comunidad autónoma, son variadas y no siempre están ligadas a la crisis económica.

La necesidad de liquidez en un sector muy acostumbrado a crecer con financiación y no con fondos propios ha resultado brutal tras el hundimiento del crédito, aunque la caída de los mercados no le ha ido a la zaga. Otros empresarios simplemente se cansaron de tener que estar luchando contra la extorsión y los asesinatos de ETA y se quedaron solo con participaciones en sus negocios.

Aquí se resumen una treintena de experiencias de supervivencia, ventas, fusiones y adquisiciones, en muy diversos sectores, de compañías que empezaron su andadura en Euskadi.

Progenika.

La firma catalana Grifols, valorada en unos 10.500 millones y especializada en fármacos derivados del plasma, compró en el mes de marzo de 2013 el 60% de la biotecnológica vasca por un total cercano a los 36 millones de euros. El 50% de dicha cantidad se abonó en efectivo y el 50% restante, aportando un paquete de acciones. Progenika nació con ayudas públicas y se vendió cuando arreciaban los problemas.

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Corporación Patricio Echeverría.

Nacida en el año 1908, fue vendida el pasado mes de noviembre a la firma canadiense North American Tillage Tools Company (NATTC), que es el líder mundial en su sector. Con la sede en Legazpi, su enseña es la marca Bellota. La venta se halla en la actualidad pendiente de la aprobación de las autoridades de Competencia de la Unión Europea, y el precio y el porcentaje de acciones que cambian de manos se desconocen. NATTC tiene su sede en Hamilton, en la provincia canadiense de Ontario. Patricio Echeverría cuenta con más de 1.300 empleados y vende en 120 países. Hace dos años, una de sus filiales fue nacionalizada en Venezuela.

Banco Guipuzcoano.

El banco Sabadell lo absorbió hace dos años por un total de 731,8 millones de euros y convirtió a su hasta entonces presidente, Enrique Echenique, en uno de sus consejeros. El Guipuzcoano era un caramelo hasta que su tamaño y el mercado empezaron a ser un problema.

Guascor.

La firma norteamericana Dresser-Rand se hizo en 2011 con el fabricante vasco de motores propiedad de Joseba Grajales por 500 millones de euros, de los que 375 millones se pagaron en efectivo y el comprador asumió otros 125 millones de deuda que arrastraba la firma. El grupo, que creció con ayudas públicas, disponía de tecnología y producto, pero las ventas no acompañaban.

Euskaltel.

La necesidad de disponer de 250 millones de euros para poder hacer frente a la multa que le fue impuesta al operador vasco de telecomunicaciones después de su conflicto con Orange propició la entrada en su capital de los fondos Investindustrial y Trilantic, que se hicieron en 2012 con el 48%, con la consiguiente pérdida del control. Kutxabank sigue siendo socio, aunque minoritario. Ibedrola posee menos del 2% del capital. La empresa recibió ayudas públicas. Ahora está en reestructuración, también de personal.

Marcas con mucha solera

Miko.

Koipe.

Kas.

El próximo jueves se cumple el noveno aniversario de la muerte a los 83 años de Juan Alcorta, el empresario guipuzcoano que en una carta abierta desafió a ETA en 1980 asegurando que nunca iba a someterse al pago de un chantaje. El fundador de Bankoa y uno de los impulsores de Koipe fue el creador, también, de helados Miko, empresa que finalmente acabó en manos de la multinacional suiza Nestlé.

Fundada en 1954 por trece bodegueros, fue vendida parcialmente al grupo francés Lesieur Cotelle en 1985, en pleno debate nacional sobre la reestructuración de un sector tan español como el del aceite. Apenas tres meses antes de esa operación, ETA atentaba contra la factoría de Koipe en el barrio donostiarra de Martutene. El Gobierno vasco calificó entonces el atentado de “ataque contra la economía de Euskadi”. Con la venta a Lesieur empezó su separación de Euskadi. Después, fue adquirida por el grupo italiano Montedison, que se convirtió así en el primer grupo aceitero español y líder mundial en aceite de oliva, hasta que en 2002, Koipe pasó a manos del grupo español SOS Arana, que se hizo con el 51% de las acciones.

La histórica marca de bebidas de la familia Knörr fue adquirida por el BBV en 1998 a través de una ampliación de capital de casi 12 millones de euros. El banco, que apostaba por el sector agroalimentario, pasó a controlar de forma mayoritaria la compañía mientras que la familia Knörr se quedaba con cerca del 30% del capital. Un año después, PepsiCo pagó 15 millones de euros por la participación de los Knörr, mientras el BBV mantenía el 51%. Uno de los intangibles de KAS cuando era totalmente de capital vasco fue el equipo ciclista homónimo. KAS y Euskaltel guardan en este sentido un cierto paralelismo.

Aernnova.

Si unas empresas tenían apoyo de los Gobiernos del PNV, otras no. Las cajas vascas rechazaron en su momento convertirse en el socio financiero de Aernnova cuando la división aeronáutica de Gamesa se separó del grupo en el año 2006. Un consorcio encabezado por Caja Castilla-La Mancha la adquirió. Los directivos controlan el 30% del capital. Es el líder español de su sector y una referencia mundial.

Consulnor.

Banca March, que gestiona una cifra superior a los 10.000 millones en recursos de clientes, compró en junio de 2012 el 50% de esta consultora, que había sido creada en 1972 por varias familias vascas, entre ellas los Bergareche. Los patrimonios que manejaba Consulnor superaban los 900 millones de euros.

ZIV.

A este especialista en redes eléctricas con sede en el Parque Tecnológico de Zamudio se lo comieron en Nueva Delhi. Fue comprado en 2012 por la firma india Crompton Greaves por 150 millones de euros. El fondo de capital riesgo Dinamia y su filial N+1, que acabaron fusionándose con Mercapital en 2011, mantenían entonces el 75% de las acciones.

Tavex.

Nació en 1846 en Gipuzkoa bajo la denominación de Fábrica de Hilados, Tejidos y Estampados de Vergara. En 2006, vendió a la brasileña Santista el 60% de su capital. Tiene 4.990 empleados y vende 432,4 millones de euros en tela vaquera (cien millones de metros).

Landata.

La firma de instalación de redes y sistemas de datos propiedad de Corporación IBV, grupo industrial participado por Iberdrola y el BBVA, fue adquirida por Amper en 2006 por 75 millones de euros. Empleaba a 340 personas y ese año facturó 84,9 millones.

Corporación Eólica.

Acciona desembolsó 800 millones por ella en un momento en el que las renovables suponían liquidez y buena imagen. Fue comprada al empresario Juan Luis Arregui, propietario junto a varios fondos de la contenedora de parques eólicos.

Cespa.

Nacida en Bilbao en 1970, controlada por el Banco Industrial de Bilbao, que después se transformó en el grupo IBV, primero se convirtió en filial de tratamiento de residuos urbanos de Aguas de Barcelona (Agbar, a través de Suez). Esta última vendió la compañía a Ferrovial en 2003 por 514 millones. La sede se fue a Barcelona.

Sidenor.

Reflotada con cuantiosos fondos públicos después de la crisis y reconversión de la siderurgia a mediados de los años noventa, fue vendida en 2005 a la brasileña Gerdau por casi 444 millones de euros. Entre sus propietarios figuraba el exconsejero de Industria Sabino Arrieta. No es el único caso similar en el sector siderúrgico, que sufrió hasta especializarse en la década de los ochenta.

La Guipuzcoana.

De capital vasco hasta 1999, la familia Salegi, su propietaria, se dejó seducir por 420 millones de euros. La alemana DHL compró primero la mitad de las acciones y se hizo con el resto en 2004. Parte del capital se quedó en Euskadi, en CIE Automotive.

Cementos Lemona.

Portland Valderribas adquirió en 2006 el 69% de la cementera por casi 112 millones de euros en vísperas de una crisis del ladrillo de la que aún no se ha salido después de siete años. En febrero pasado, FCC, que sigue vendiendo para reestructurar la compañía, la cedió por 100 millones a la irlandesa CRH.

Seguros Bilbao.

La familia Seara, el entonces consejero de la firma Elías María de Amézaga,el Banco de Vizcaya y la Caja de Ahorros Vizcaína eran los propietarios de la compañía, que nació en 1918, hasta que la belga Fortis, primero, y Catalana Occidente, después, en 2004, la adquirieron de forma sucesiva, esta última por 255 millones.

Ercos Seguros.

Es pura historia. En 1995, la multinacional norteamericana ITT Hartford se hizo con la aseguradora vasca Ercos, que siete años antes había entrado en la órbita de la alemana Allianz. Ercos nació en 1964 en el entorno de la familia Erhardt, fundadora también, junto a la familia Sendagorta, de Sener. En 2001, Hartford la vendió a la francesa Liberty Seguros por 39 millones.

AXA Aurora.

Aurora y La Polar fueron dos compañías de seguros nacidas en Bilbao. El BBV, antes de la fusión con Argentaria, acabó creando una unión de empresas independientes con la francesa AXA a la que finalmente vendió un tercio en 2000 por unos 205 millones. En el centro de Bilbao sigue el edificio que albergó sus oficinas originales con su nombre en la fachada.

Aristrain.

José María Aristrain vendió la siderúrgica en 1998 a Aceralia, pero el industrial se guardó una importante participación que mantuvo en la formación de Arcelor y en la creación de Arcelor-Mittal. De esta operación Aristrain salió como una de las grandes fortunas de España y el tercer accionista del gigante del acero, aunque su participación fuese del entorno del 2% del capital.

Befesa.

Fue constituida en 1993 a partir de la unión de varias firmas dedicadas al reciclaje de materiales industriales, entre las que destacaba la vasca Indumetal. En 2000, la sevillana Abengoa la compró por unos 171 millones de euros.

Bankoa.

En 1997, la caja francesa Crédit Agricole presentó una OPA por el 100% del capital del antiguo Banco Industrial de Guipúzcoa, que había sido fundado en 1975 por Juan Alcorta. El precio ofrecido suponía valorar la entidad en 70 millones de euros, por encima de los 46 millones que había ofrecido Caja Rural Vasca.

UMD.

En 2009, esta compañía cerró sus instalaciones en el Parque Tecnológico de Zamudio después de haber sido uno de los principales mayoristas de productos informáticos y de electrónica de consumo de España. El proyecto de Mario Legorburu, que llegó a facturar en torno a los 250 millones de euros y a dar empleo a más de un centenar de trabajadores, acabó en manos de la italiana Esprinet, que tiene negocios en Zaragoza, pero ha desmontado los de Euskadi.

El nicho de la informática

Ibermática.

Panda Security.

Azertia.

Hispavista.

Ola Internet.

P. G.

Las ventas de firmas en el sector de la informática también han sido reseñables.

El fondo de inversiones ProA Capital entró en su accionariado el pasado octubre con 32 millones de euros para hacerse con el 55% del capital social en pleno poceso de concentración de las cajas de ahorro. Ibermática, con sede en San Sebastián y originariamente el motor informático de las cajas, figura entre las cinco primeras empresas del sector en el área de las tecnologías de la información. Suma 3.278 profesionales y su volumen de negocio se eleva a 247,7 millones de euros.

Los fondos Investindustrial y Gala Capital se hicieron en 2007 con el 75% del capital de la bilbaína Panda por un desembolso de unos 100 millones de euros.

Indra pagó casi 120 millones por esta consultora informática en 2006. Creada por el BBVA, el banco la vendió cuando modificó sustancialmente su estrategia en todo lo relacionado con las inversiones industriales.

Los hermanos Jon, Paul y Unai Elósegui fundaron el portal guipuzcoano en 1996 y en 2000 vendieron a la francesa LibertySurf el 51%. Unos años después, se lo reompraron a Tiscali cuando esta decidió desprenderse de activos.

Impulsada por Koldo Barrena, tuvo accionistas significativos como Ibersuizas, GBS Finanzas, el Grupo García Baquero o el Grupo Rodés. En 2000, en plena burbuja de las puntocom, fue vendida al grupo Picking Pack por una cantidad que algunas fuentes sitúan en el entorno de los 180 millones.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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