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Marea amarilla en Barcelona en contra de los recortes y la Lomce

Miles de personas se manifiestan en contra de unas políticas de austeridad que tachan de “injustas, inútiles y perversas”

Foto: reuters_live | Vídeo: EL PAÍS-LIVE! / Carles Ribas

El centro de Barcelona se ha teñido este mediodía de amarillo, símbolo de la protesta educativa en Cataluña. Alumnos, padres y madres, docentes y personal de administración y servicios de guarderías, colegios y universidades se han manifestado por las calles de la ciudad en protesta por la LOMCE y los recortes en educación. Miles de personas (10.000 según la Guardia Urbana y 100.000 según los sindicatos) han iniciado la marcha a las 12.30 horas desde plaza Universidad y ha finalizado dos horas más tarde en plaza Sant Jaume, fuertemente rodeada de agentes antidisturbios de la policía.

Soportando unas tijeras enormes caminaba Fede Rafael, profesor de educación física de la escuela Sant Jordi de Vilanova i la Geltrú. Asegura que razones no le faltan para hacer huelga. "No se cubren las sustituciones, se ha suprimido el aula de acogida, tenemos un profesor menos y a los interinos les han recortado un 15% el horario", enumera el docente de esta escuela especialmente activa en contra de los recortes. Los padres de este centro se opusieron a que sus hijos pasaran las pruebas diagnósticas de sexto de primaria organizadas este martes y ayer por la Generalitat. "El gobierno catalán nos lleva hacia la privatización y el desprestigio de la enseñanza pública. El Estado atenta contra el catalán y la inmersión", sentencia Rafael.

La marcha la llenaban desde alumnos de secundaria y universitarios (los primeros denunciaban el aumento de ratios y los recortes de personal, mientras los segundos se quejaban del encarecimiento de hasta el 67% de las matrículas) a padres y madres y profesores. "No estamos de acuerdo con que se castellanice la escuela de nuestros hijos, ni que se recortes maestros ni les quiten apoyos", se quejaba Toñi Milán, que acudió a la manifestación con sus dos hijos.

La marcha ha contado con

Las guarderías tuvieron una importante presencia. Àngela Rabadà, profesora de la guardería Les Tres Torres de Barcelona lamenta el encarecimiento generalizado que están sufriendo estos centros de infantil. "Un 10% en Barcelona. Al final solo irán a la guardería las familias con padres que trabajen". Los jardines de infancia llevan dos años sufriendo duros recortes como el aumento de las cuotas (debido a la reducción de un 51% de la subvención de la Generalitat en dos años), el incremento de las ratios y la reducción de maestros. Como medida de protesta a los recortes, cerca de 400 familias han empezado a retener las cuotas.

Las manifestaciones se han sucedido en otras ciudades catalanas. Por la tarde, en Girona se han congregado  unas 3.000 personas, y en Lleida, unas 600. La más minoritaria fue en Tarragona, con un centenar de personas.

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La manifestación pone la guinda a una jornada de huelga en todo el sistema educativo, que ha tenido un seguimiento de cerca de un 23% del profesorado (un 20% en la pública y el 3% en la concertada), según datos de la Generalitat. El sindicato CC OO eleva la cifra de paro hasta el 55%. En algunas escuelas la incidencia ha sido total. En el colegio Can Montllor de Terrassa (que en junio cierra las puertas por orden de la Generalitat) no ha asistido ninguno de los 80 niños y solo había dos profesoras, de servicios mínimos de un total de seis.

La actividad ha sido nula

A la escuela Joan Marquès Casals de Terrassa solo han acudido 34 alumnos de un total de 550 y han faltado la mitad de los profesores. El director, Josep Fernández, se queja de que retraso en el nombramiento de sustitutos (hay que esperar dos semanas) está trastocando a los centros. "Si coincide más de una baja, o se anulas desdoblamientos o no se hace educación especial", lamenta. En los últimos años el director asegura que han perdido 100 horas de refuerzo a alumnos inmigrantes o con dificultades de aprendizaje y que los desdoblamientos se han reducido una tercera parte. "Los profesores están muy quemados, porque cada vez exigen más, pero no dejan de recortar", apunta.

La educación en Cataluña ha sufrido un recorte del 17% desde que Rigau tomó la cartera de Enseñanza a finales de 2010, pasando de los 5.539 millones de euros en 2010 a los 4.612 millones del año pasado. La reducción presupuestaria, combinada con el aumento de alumnos ha provocado que el gasto por alumno se haya hundido un 20%. Si hace dos cursos la Generalitat invertía 4.190 euros por alumno, este curso solo destina 3.370 euros. Los recortes también han dejado en la calle este curso a 3.000 profesores.

Los recortes en las universidades se han traducido en los tres últimos años en una reducción de 168 millones en los presupuestos (un 19%) y el despido de unos 1.300 profesores en dos años. Los universitarios, por su parte, sufren especialmente el fuerte encarecimiento de las matrículas (hasta un 67%) y el endurecimiento de los requisitos para acceder a las becas, que ha dejado a muchos alumnos sin ayudas.

En los campus, la huelga ha tenido incidencia especialmente entre los estudiantes de los campus de la provincia de Barcelona. En Lleida, Tarragona y Girona ha habido "normalidad académica" sin incidencia destacada de la huelga. La Generalitat apunta una "afectación importante de la actividad académica" en la Universidad de Barcelona y en la Autónoma. En la Pompeu Fabra el paro ha llegado al 50%, mientras en la Politécnica el seguimiento ha sido más irregular, con cierta incidencia en el campus Diagonal, pero con una "nula actividad" en las escuelas de Arquitectura y en Náutica. 

Las aulas universitarias se han vaciado bastante. Es lo que se respiraba a primera hora de la maña en la escuela de Ingeniería Industrial del campus de la Politécnica en Terrassa. Fermín Torán, que cursa tercero de ingeniería eléctrica, no ha tenido clase a primera hora. El profesor ya había avisado que haría huelga. A segunda hora, el estudiante esperaba pacientemente a que viniera el profesor, pero ya habían pasado diez minutos del inicio de la clase, y nada. "Estoy de acuerdo con la huelga, pero tampoco quiero perder temario", justificaba. Ernesto Garrido, profesor de Ingeniería Industrial, empezaba clase a las 10 horas con un solo alumno. También rechaza los recortes y asegura que la huelga es útil "como elemento de fuerza". "Pero es injusto que yo haga huelga y perjudique a mis alumnos", defiende.

La UPC, tradicionalmente no muy movilizada, está volcada desde hace un mes en protestas en contra del recorte de 33 millones en el presupuesto y del anuncio de despido de 340 trabajadores. En este marco, un centenar de estudiantes de esta universidad han organizado una manifestación previa a la unitaria que ha partido a las 11 de la mañana desde el Campus Diagonal. Los estudiantes han portado pancartas en las que se podía leer ‘no os queréis enterar’ o ‘basta de eufemismos’ y paraguas pintados con frases como ‘SOS educación’. Además, no han dejado de gritar “Universidad pública y de calidad”, “no a la privatización” o “a mi profe me lo roban”. La marcha ha transcurrido de forma pacífica y ha llegado a las 12.30 a plaza de la Universidad para unirse a la protesta principal, informa Helena Arriaza.

Los universitarios han sido los que improvisamente se han colado al frente de la manifestación y han marcado el ritmo de la marcha. Curiosamente, muchos sindicatos de estudiantes y de universidades se habían desmarcado de la convocatoria de huelga. Plantarse a la vanguardia de la manifestación les ha permitido llegar los primeros a la plaza Sant Jaume y al Palau de la Generalitat, fuertemente acordonado por los antidisturbios. Allí, los jóvenes han lanzado algunas botellas de plástico a los Mossos d'Esquadra, pero los incidentes no han llegado a más. Pocos minutos después, los universitarios abandonaban la plaza dejando espacio al resto de manifestantes que han mantenido una concentración lúdica durante cerca de una hora. También ha habido manifestación en Tarragona (12 horas) y hay convocadas otras por la tarde, en Girona, Lleida y Tortosa, entre otras poblaciones.

Paralelamente a la manifestación principal, unos 200 estudiantes han optado por protagonizar su particular protesta en el campus de Autónoma. El grupúsculo, el mismo que tiene ocupado el rectorado desde hace semanas, han producido destrozos en cajeros de entidades bancarias y en los tornos de acceso a la estación de Ferrocarrils de la Generalitat. En un momento, los estudiantes se han encarado a los Mossos d'Esquadra, que se habían desplazado al campus, y les han lanzado pintura, pero los incidentes no han ido a más.

En un manifiesto conjunto, los sindicatos califican las políticas de austeridad de “injustas, inútiles y perversas” y alertan de que un nuevo recorte en el presupuesto educativo “puede acabar de desmantelar derechos básicos como la educación o la sanidad”. Igualmente, los sindicatos piden la retirada de la Lomce, porque consideran que conduce a un sistema educativo “profundamente retrógrado y reaccionario”.

La consejera de Enseñanza, Irene Rigau, ha informado desde el Parlament que el seguimiento de la huelga es muy similar a la del 22 de mayo de 2012, en la que secundó el paro un 20’45% de docentes. Rigau ha destacado que “una huelga siempre es importante, ya que es la manifestación de una discrepancia”, informa Maiol Roger.

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